Santo Domingo.- A cuatro meses del colapso en la discoteca Jet Set donde perdieron la vida 236 personas y al menos 180 resultaron heridos, el padre Rogelio Cruz protagonizó un tenso momento con agentes de la Policía Nacional cuando estos intentaron grabarlo con celulares en medio de su llegada al lugar, donde el día 8 de cada mes celebra una misa en honor a las víctimas.
“¡A mí no me graben! Yo no soy ningún delincuente. Ustedes saben dónde están todos los delincuentes de este país”, recriminó Cruz enérgicamente.
Minutos después, retomó la calma para ofrecer una homilía cargada de denuncias, donde arremetió contra la justicia dominicana y pidió que las ruinas del establecimiento sean transformadas en un mausoleo.
El párroco calificó como injusta la decisión judicial que impuso garantías económicas y otras medidas a Antonio y Maribel Espaillat, propietarios del establecimiento.
“Una tragedia que conmovió al país y la pregunta es, ¿está el pueblo dominicano conforme con las investigaciones y la supuesta justicia aplicada?, no estamos de acuerdo, estaremos aquí pidiendo justicia, pero justicia verdadera, no la justicia desgraciada que han aplicado”, apuntó.
A su vez, aseguró que “la justicia es como una serpiente, solo entra y muerde a los descalzos”.