Acusan a dominicano de liderar red internacional de falsificación de medicamentos en EE.UU

Las pastillas falsificadas se producían en laboratorios clandestinos ubicados en sótanos de Manhattan y el Bronx. Los falsificadores imitaban de manera exacta el diseño de medicamentos como la oxicodona y el adderall, pero las pastillas contenían fentanilo y metanfetamina, respectivamente.

  • Redacción TVN24
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  • martes 01 octubre, 2024 - 8:47 AM
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Los laboratorios clandestinos producían hasta 100,000 pastillas cada 12 horas. @FUENTE EXTERNA

Nueva York, EE.UU.– Francisco Alberto López Reyes, un dominicano de 44 años, ha sido acusado de liderar una organización criminal internacional dedicada a la fabricación y distribución de pastillas falsificadas en Estados Unidos. Las autoridades señalan que estas píldoras, vendidas como medicamentos legítimos, contenían en realidad fentanilo y metanfetamina, contribuyendo a la creciente epidemia de opioides en el país.

Damian Williams, fiscal del Distrito Sur de Nueva York, informó que López Reyes, conocido como “Frank”, trabajaba junto a otras 17 personas distribuidas en República Dominicana, Estados Unidos e India. El grupo operaba a través de al menos 40 sitios web falsos, que imitaban farmacias legítimas y engañaban a los consumidores con reseñas falsas y atención al cliente automatizada.

“La proliferación de farmacias falsas en línea está alimentando la epidemia de fentanilo en esta nación. Francisco López Reyes y sus cómplices han dirigido una red global que ha fabricado y distribuido millones de píldoras letales, engañando a víctimas de todos los estados de EE.UU., así como a personas en Puerto Rico, Alemania y Eslovenia”, señaló Williams.

Las pastillas falsificadas se producían en laboratorios clandestinos ubicados en sótanos de Manhattan y el Bronx. Los falsificadores imitaban de manera exacta el diseño de medicamentos como la oxicodona y el adderall, pero las pastillas contenían fentanilo y metanfetamina, respectivamente. Hasta la fecha, se han atribuido al menos nueve muertes al consumo de estos fármacos falsificados, incluyendo la de una veterana de la Armada estadounidense de 45 años, quien pensó que estaba consumiendo oxicodona legítima.

Laboratorios produciendo miles de pastillas diarias

El fiscal Williams destacó que los laboratorios clandestinos producían hasta 100,000 pastillas cada 12 horas. Las víctimas de este esquema de falsificación incluían personas de diferentes perfiles, como médicos, abogados, profesores y trabajadores de diversas ocupaciones en todo Estados Unidos.

Anne Milgram, administradora de la Administración de Control de Drogas (DEA), explicó que los acusados utilizaron una red sofisticada de farmacias falsas en línea y fábricas en India, República Dominicana y Estados Unidos, aprovechándose de los consumidores estadounidenses. “Vendieron millones de pastillas falsas, impulsando la adicción y poniendo en peligro vidas con fentanilo mortal y altamente adictivo”, declaró Milgram.

Acusaciones y antecedentes

Además de López Reyes, los acusados incluyen a Juan Efren Paulino, Juan Moisés Pérez Méndez, Sadiq Abbas Habib Sayyeb, Jizaar Mohammad Iqbal Shaikh, Wellington Eustate Espinal, Heriberto Eustate Espinal, Eusebio Peralta Bautista, Héctor Bienvenido Feliz Feliz, Luis Paulino, Miguel Concepción Brito, Cynthia Onega, Edward Eustate Jiménez, Robert Junior Ramos Henríquez, Alba González, José Concepción Brito, Ángel Valdez Brito y Wilianyi Almanzar Polanco.

Francisco López Reyes tiene antecedentes relacionados con el tráfico de sustancias controladas. En 2010, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) desmanteló una red internacional en la que López Reyes estaba involucrado, y que operaba desde República Dominicana enviando a EE.UU. medicamentos adictivos, como el alprazolam.

Actualmente, López Reyes enfrenta cargos de conspiración para el tráfico de estupefacientes con resultado de muerte, distribución de estupefacientes con resultado de muerte y conspiración para cometer lavado de dinero, lo que podría llevarlo a una sentencia de cadena perpetua.

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