Rafael Céspedes Morillo
Asesor Político- Publicista
Las funciones en el desarrollo de una campaña política, y aun fuera de ella, de manera natural requiere de los servicios profesionales en cuatro áreas o tipos, que identifico como las siguientes: El asesor, aquel que marca la ruta, el que definiendo el escenario construye la guía maestra a seguir: La estrategia, la base de toda campaña profesionalmente bien llevada.
El asesor es quien controla las riendas, es el que previene las potenciales crisis y plantea cómo evitarlas o cómo solventarlas en los casos no evitables. Es quien previene, marca, señala, sugiere y supervisa, pero no es el dueño del proyecto, ese se llama: candidato, el timonel hace su trabajo, pero el Capitán es el que decide, parecería contradictorio, pero el Capitán es el asesor, el timonel es el candidato, en la práctica suele ser inverso. Más adelante explicaré por qué.
El consultor es como el hermano menor del asesor, solo que no interviene en el día a día, está, tal como lo dice el termino, para consultas, para que dé sus opiniones, para que haga sugerencias, pero no es quien construye la estrategia, no se mezcla con el día a día, participa en momentos especiales y esporádicamente, para variar, reforzar, aplicar y enmendar situaciones que a veces se presentan.
El estratega es el de las funciones más completas y complejas. Regularmente se ocupa de dirigir la campaña, paralelismo con el jefe de campaña, coligen, pero no son iguales el jefe de campaña depende del director de la campaña, porque las directrices las marca el estratega, que es el corazón de la campaña. El jefe tiene su mayor participación en las áreas de la organización y en el campo propiamente político, pero esto va a depender de que diga o marque la estrategia elaborada por el director y aprobada por el candidato y en ocasiones por el partido.
Hay muchas diferencias entre estas tres funciones o desempeños, y las hay, porque un asesor no tiene el control de la conducción, un consultor mucho menos, el director o estratega sí, porque es responsable del conjunto en el área de la estrategia y la comunicación política, de ahí que debe ser el director, por los necesarios controles, por los obligatorios seguimientos, la aceptación de los potenciales cambios en el camino, las aplicaciones de nuevas medidas, las revisiones de la parte correspondiente a las tácticas y en especial de los cambios propuestos, perseguidos, producidos o combinaciones de estos elementos dentro del escenario, sobre el que debe haber una permanente observación y análisis para advertir sus cambios o la necesidad de provocarlos.
¿Cuál es otro elemento en la gestión de una campaña política que no he mencionado? Es una área que es de reciente introducción por los expertos en la carrera o ejercicio de uso de recursos humanos profesionales de otras áreas con aplicación en el campo de la política.
No sé dónde más se ha usado, pero creo haber sido uno, sino el primero en usar este término y servicio en el campo de la política, de modo especial en el desarrollo de una campaña. Me refiero a ‘’Auditoria de campaña’’; en varias ocasiones lo he hecho con resultados positivos.
¿Qué hacemos en estos casos? Hacer una investigación exhaustiva de las cosas que se estén haciendo en la campaña desde la óptica de la estrategia, la comunicación, la organización, la aplicación de los métodos, el manejo de las áreas y en todo ello, investigar qué pudiera faltar y qué pudiera sobrar, cuáles cambios deben introducirse o fortalecerse.
En función del resultado de esa auditoría se hacen las recomendaciones de lugar, marcando lo que debe cambiar, usarse y/o evitar. Esta función en una campaña debe siempre ser de alguien que no esté involucrado en la campaña, porque este no estará involucrado en los sentimientos ni compromisos, de modo que sus aportes estarán llamados ser más independientes y sinceros, tendrá mejor y más amplia visión con la independencia necesaria para un resultado positivo.