ATENCIÓN: HOY EN ESTAS REFLEXIONES, DE MANERA EXCEPCIONAL HABLARÉ DE MI

Además, quiero seguir apoyando los ingentes esfuerzos del presidente de la República, Luis Abinader, en sus propósitos de cambios e innovaciones estructurales, tecnológicas y conductuales, con los que se propone afianzar nuestra democracia, nuestro crecimiento económico y humano, acompañado de estabilidad política y social, así como ser parte activa de los esfuerzos de superación y adecentamiento que requiere con urgencia nuestra sociedad en valores y oportunidades.

Foto: fuente externa

Por Julio Antonio Altagracia Guzmán

El Horizonte, Santo Domingo RD.- Hoy, en estas reflexiones, de manera excepcional, hablaré de mí, porque en decenas y decenas de artículos escritos y publicados en “Mis Reflexiones de Actualidad Política”, casi todos con mis apreciaciones personales acerca del modelo político y de gobierno inaugurado por el presidente Luis Abinader al mediodía del 16 de agosto del 2020, a su llegada al Despacho Presidencial en el Palacio de Gobierno, la realidad es que nunca, ni por asomo, me he referido a mi persona, aun cuando soy un activo dirigente político de larga data en el ejercicio de ese oficio.

Hoy, con este artículo, sin embargo, haré la excepción para informar a amigos y relacionados que me he juramentado como miembro de la Dirección Nacional del partido Dominicanos por el Cambio, DxC, cuyo liderazgo principal lo encarna y personifica el Ing. Eduardo Estrella, y cuya Dirección Nacional la encabeza un grupo de valiosos dirigentes con calificadas condiciones morales e indiscutible capacidad, apegados a las buenas normas, con suficientes arraigos sociales y políticos, construidos sobre principios y valores fuera de cualquier duda. Entre estos se destacan el Diputado al Congreso Nacional y empresario santiaguero, Mateo Espaillat, como su presidente Nacional; el Ing. Gilberto Valdez, vicepresidente; Manuel Montas, secretario general; y el Lic. Luis Coronado, secretario nacional de Organización.

Quiero destacar que en mi caminar político hasta ahora había militado en dos organizaciones políticas: el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), donde muy joven llegué a ser miembro de la Dirección Nacional y el Comité Central Ejecutivo, cuando solo lo integraban 100 miembros, siendo yo el más joven o uno de los más jóvenes. Salí, de esa organización acompañando al Lic. Fernando Álvarez Bogaert cuando este se separó de ese partido y pasó a presidir y liderar el Partido de la Unidad Democrática (PUD), del cual fui vicepresidente Nacional, secretario general y presidente. En esta ocasión, estamos asumiendo una posición de dirigente nacional del partido (DxC), donde he llegado para quedarme y lo he asumido con gran satisfacción.

¿Por qué lo he hecho? Inducido por el notable proceso de degradación política y moral en que ha caído nuestro Sistema de Partidos Políticos y el quehacer político de nuestra nación, estoy altamente consciente de la necesidad urgente de contribuir activamente con el adecentamiento de nuestro quehacer político y social, sustentándolo sobre valores cívicos y principios morales de los que nuestros descendientes (hijos y nietos) puedan ser actores orgullosos, no solo de su legado, sino de su nación.

¿Por qué en el DxC? Porque es una organización política construida y sustentada sobre esos valores y principios, no solo como letras muertas en sus Estatutos y Declaración de Principios que exige la Ley, sino porque esos valores y principios los encarna en su conducta y comportamiento su líder principal, el Ing. Eduardo Estrella, con los que ha impregnado a todos los dirigentes y miembros de esa organización.

Este partido, DxC, ha asumido esos valores y principios como conducta obligada en el desenvolvimiento de sus actividades políticas y conducta personal de todos sus dirigentes. Dominicanos por el Cambio -DxC- es una organización política donde la lealtad, la justicia, la honestidad, la transparencia, la ética, la decencia y la democracia interna constituyen pilares por excelencia en el comportamiento cívico del partido y sus dirigentes.

En ese orden, resulta notorio que esa organización política, creada y dirigida por el Ing. Eduardo Estrella, exhibe un historial libre de cuestionamientos, con un crecimiento continuo y sostenido en todos los procesos electorales en los que ha participado, con una proyección a convertirse en la tercera fuerza política de nuestro país a partir de las elecciones de 2028. Para lo cual, ya inició un novedoso programa de reorganización, capacitación, transformación y modernización de todas sus estructuras, equipamientos y estrategias, sin prisa, pero sin pausa.

¿Para qué este paso de mi parte? Con el único propósito de ser un actor activo y responsable en la respuesta que debemos dar a las ansiedades y preocupaciones de una sociedad dominicana que parece haber perdido el rumbo e incluso el razonamiento lógico, convirtiéndose en contestataria y desdeñosa por excelencia ante cualquier propuesta o intento serio para transformar la nación, atomizada totalmente, movida por la irresponsabilidad, el oportunismo y el populismo mediático, que la ha llevado a entender que la solución de todos los problemas sociales y económicos comienza y termina en la solución de nuestras necesidades particulares.

Además, quiero seguir apoyando los ingentes esfuerzos del presidente de la República, Luis Abinader, en sus propósitos de cambios e innovaciones estructurales, tecnológicas y conductuales, con los que se propone afianzar nuestra democracia, nuestro crecimiento económico y humano, acompañado de estabilidad política y social, así como ser parte activa de los esfuerzos de superación y adecentamiento que requiere con urgencia nuestra sociedad en valores y oportunidades.

Deseo dejar constancia de que desde hace unos cinco años he estado escribiendo y publicando “Mis Reflexiones de Actualidad Política”, en las que expongo mis criterios y opiniones sobre el acontecer político de nuestro país, las que seguiré haciendo desde la posición política que he asumido, sin que con ellas comprometa en modo alguno la responsabilidad institucional de DxC y su liderazgo, en razón de que no soy vocero autorizado del mismo, aun cuando mis criterios e ideas coinciden plenamente con su plataforma de principios y su orientación política.

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