EE.UU.- El centro de la ciudad de Kansas City, en Missouri, vivió este miércoles la trágica combinación de tres tradiciones puramente estadounidenses: un desfile, la celebración de la final de la Liga Nacional de Fútbol (la Superbowl) y un tiroteo.
El resultado, una persona asesinada y al menos 21 heridas. El jefe de los bomberos de la ciudad, Ross Grundyson, especificó que "hay ocho personas que se encuentran en riesgo de muerte, siete con heridas graves y seis con lesiones leves".
Un portavoz del hospital pediátrico Mercy indicó a la agencia Afp que recibieron al menos a 12 personas, entre ellas 11 niños entre 6 y 15 años. Nueve presentan heridas de arma de fuego.
La policía ha detenido a tres personas como sospechosas de la acción.
La radio local KKFI anunció en su página de Facebook que una de sus presentadoras, Lisa López, falleció en el tiroteo. Aunque no está claro aún si se trata de la misma muerte que anunciaron las autoridades o si sería un segundo deceso.
La tragedia llevó al presidente estadounidense, Joe Biden, a clamar por la prohibición de las armas de asalto. "El suceso de hoy debería movilizarnos, chocarnos, avergonzarnos para que actuemos", dijo Biden en un comunicado.
El mandatario instó a los estadounidenses a "hacer oír su voz en el Congreso, para así poder al fin actuar y prohibir las armas de asalto, limitar los cargadores de gran capacidad, reforzar los controles de antecedentes, y mantener las armas fuera del alcance de quienes no tienen por qué poseerlas o manejarlas".
El trágico incidente provocó escenas de pánico que fueron retransmitidas por las televisiones a todo el país en directo. En el momento en el que se produjeron los disparos, había alrededor de un millón de personas en el centro de Kansas City celebrando la segunda victoria consecutiva en la Superbowl del equipo local, los Chiefs, que también condenaron el tiroteo: "Es un acto de violencia insensato".
El partido en el que derrotaron a los San Francisco 49ers fue el evento televisado con más audiencia de la Historia de EEUU en términos absolutos y, en relación a la población del país, el segundo tras la llegada del hombre a la Luna en agosto de 1969.
Todo sucedió cuando el desfile estaba aproximándose a su final. Los jugadores de los Kansas City Chiefs ya se habían ido en su autobús al estadio Arrowhead, pero aún quedaban decenas de miles de personas en el área cuando, a las dos de la tarde hora local, se oyeron entre 15 y 20 disparos en rápida sucesión. Muchos creyeron que se trataba de fuegos artificiales, lo que contribuyó a aumentar la confusión cuando parte de los asistentes a la fiesta empezaron a correr. Lo que ocurrió a continuación fue una serie de escenas de pánico, con la gente tratando de esconderse en los aledaños de la estación de tren Union Station, de unas balas que nadie sabía de dónde venían. Los miles de policías que vigilaban la marcha se vieron aparentemente tan sorprendidos como el público.
En Estados Unidos, se considera que un tiroteo ha sido masivo cuando provoca al menos cuatro heridos, por lo que este entra dentro de la definición. En lo que va de año, EEUU lleva ya el menos 48 incidentes de este tipo, Kansas City ha sufrido 25 en los últimos cinco años. En 2022 murieron en Estados Unidos 47.428 personas por armas de fuego, de las que 20.309 lo fueron por asesinato y el resto por suicidio.
Las cifras proceden de organizaciones privadas que se oponen a la libre tenencia de armas de fuego, muchas de ellas de guerra, sin ningún tipo de control, dado que el Congreso de Estados Unidos prohibió hace 29 años a la Administración Pública elaborar estadísticas a nivel nacional de las muertes causadas por las armas de fuego.
Pablo Pardo/El Mundo
