El País
Las dudas sobre la solidez financiera de una de las constructoras más grandes de China se lee como una señal de advertencia para algunos países en América Latina, cuyas economías están ligadas a la asiática.
La endeudada desarrolladora Evergrande afronta un enorme pago de intereses, lo que tiene a inversores haciendo apuestas sobre una posible intervención del Gobierno chino o un incumplimiento. Como consecuencia, las Bolsas cayeron dramáticamente el lunes y, en algunos países, también el martes.
En América Latina, lo peor de la violenta reacción de los mercados parece ya haber pasado. Las Bolsas en México, Chile y Brasil cayeron el lunes, pero recuperaron el martes gran parte de sus pérdidas.
Sin embargo, el tema ha generado un debate sobre la fortaleza de China como potencia económica, impulsora de socios comerciales como Chile, Brasil, Perú y hasta Colombia. Si Evergrande es solo la punta del iceberg, China puede estar frente a una crisis del sector inmobiliario, lo cual tendría duras consecuencias en la región latinoamericana.
Las acciones de Evergrande bajaron el martes hasta un 7% en la Bolsa de Hong Kong, mientras sus bonos de deuda cayeron un 10%, tocando su nivel más bajo en una década. Los analistas hablan de un posible efecto dominó, ya que las finanzas de varias empresas inmobiliarias chinas más pequeñas también registran altos niveles de deuda. Estrategas de Goldman Sachs estiman que un colapso de Evergrande podría reducir el PIB de China en 350.000 millones en el próximo año, según informó The New York Times.
“Esta es definitivamente una señal de advertencia”, dice al teléfono Luciano Rostagno, estratega de mercados de Banco Mizuho do Brasil. “China se ha convertido en uno de los principales socios comerciales de las economías latinoamericanas y si la economía china se estanca o baja su ritmo de crecimiento o enfrenta una crisis entonces esto impactará a Latinoamérica”, agregó.
Chile exporta cobre a China; Brasil, mineral de hierro y Colombia, petróleo. Las exportaciones de minerales peruanos al gigante asiático aumentaron un 62% en los primeros meses del año, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esto las hace dependientes de una economía que pudiera enfrentar problemas.
“Si China enfrenta una crisis, el crecimiento económico será menor y, por lo tanto, la demanda de materias primas se debilitará. Esto afecta, en términos de comercio, a muchas de las economías latinoamericanas”, apuntó Rostagno.