Por JOSE BAUTISTA
Los contertulios de la Tertulia Cultural Un Amigo Para Leer Fundación Editorial (UNAPLEERFE) debatieron interesantes temas, que incluyó la trayectoria del extinto presidente Francisco Gregorio Billini, los atractivos de la provincia de Samaná y la poesía "La Casa del Carpintero", de la autoría del poeta y escritor Porfirio Antonio Peña.
Ariochi Volquez, Porfirio Antonio Peña, fundador de UNAPLEERFE y quien escribe esta historia departieron en camaradería en la casa de Peña, en Prados de San Luis.
Este redactor expuso la trayectoria del extinto presidente Francisco Gregorio Billini, quien fue primer mandatario del país entre 1884 y 1885, cargo del que renunció tras negarse a prohibir la libertad de imprenta.
En 1884, luego de una reñida contienda electoral en la que venció a Casimiro Nemesio De Moya y obtuvo la Presidencia de la República, tomó posesión del cargo el 16 de mayo de 1885, renunciando días después, por negarse a bloquear la prensa dominicana.
La inesperada dimisión de Billini desconcertó a muchos de sus adeptos.En efecto prefirió dar la dimisión como un Cincinato Romano, que después llegó a pedir 20 pesos a sus amigos para pagar una deuda, algo increíble para los dominicanos de esos tiempos.
El presidente Francisco Gregorio Billini al renunciar del cargo dijo: "Creo que doy un buen ejemplo dando mis dimisiones espontáneamente y desapareciendo entre las sombras de mí casa, sin mezquinas aspiraciones para el futuro".
Asimismo, en 1890 a raíz de la muerte de su tío, el filántropo Padre Francisco Xavier Billini, asumió la dirección del colegio San Luis Gonzaga.
El aporte más relevante de Billini en la literatura nacional es la publicación de la novela Baní o Engracia y Antoñita, obra en la que enjuicia el comportamiento político, social y las costumbres de los banilejos decimonónicos.
También el presidente Francisco Gregorio Billini fundó el periódico El Eco de la Opinión, que circuló por más de 20 años y se convirtió en el paradigma de un periodismo reflexivo combinado con pormenorizadas reseñas noticiosas.
Además, colaboró con los periódicos El Nacional, El Caribe, Letras y Ciencias, El Mensajero y El Patriota.
Francisco Gregorio Billini nació el día 25 de mayo de 1844 y murió el 28 de noviembre del año 1895.
HISTORIA
El licenciado Ariochi Volquez hizo una ponencia sobre Samaná, destacando que el nombre proviene del taíno, escrito como Xamaná por los primeros Cronistas de Indias.
Agregó que aún hoy el significado de dicha palabra no está del todo claro pero, según Alberti, es la palabra de origen fenicio que significa "Lugar donde arribó el jefe cartaginés Zammna.Los indígenas pronunciaban ese nombre como Chamana".
Por disposición agrega del gobernador español Francisco Rubio y Peñaranda fue fundada definitivamente la ciudad de Santa Bárbara de Samaná en 1756, siendo sus primeros pobladores familias españolas, concretamente de Islas Canarias.
Volquez señaló que fue elevada a la categoría de municipio en 1845 al crearse el Distrito Marítimo de Samaná.
El expositor dijo que en 1824, mientras República Dominicana estaba siendo gobernada por Jean-Pierre Boyer, se asentó una comunidad de negros norteamericanos en Samaná.
Sostuvo que el título de capital de la provincia de Samaná reside en la ciudad de Santa Bárbara de Samaná en la República Dominicana.
Explicó que esta ciudad es conocida por albergar un sinfín de zonas donde divertirte y conocer la verdadera cultura dominicana.
Citó los diferentes atractivos de Samaná, como La Churcha, uno de los símbolos de la libertad dominicana, ya que esta iglesia fue construida por los esclavos liberados de la época del siglo XIX.
También la Avenida de la Marina, donde encuentran casitas de madera coloridas de la época colonial.
La ciudad de Santa Bárbara de Samaná cuenta con una privilegiada posición, ya que se encuentra la Bahía Samaná, que alberga tesoros naturales como son sus playas o el famoso Santuario de Mamíferos Marino.
LITERATURA
Mientras que que el poeta Porfirio Antonio Peña presentó la poesía "La Casa del Carpintero", la cual dice: Ah que bien, haciendo tu casa con tu pico de acero, como si en tu afán tocara un rústico violín, mi lindo carpintero, se de tu inspiración para hacer con tu pico un lindo palacio en el medio un árbol, son puras y suaves tus notas musicales que te salen del alma.
Tu linda canción da ritmo a la vida, la hace más dulce, aunque tengan espinas el tronco y las ramas donde construye tu casa.
Laborioso carpintero, tus alas brillan en lo alto de aquel árbol donde pretende que se reproduzca tu especie, tal como yo pude construir en mi mente y con esfuerzos la mía.
