SANTO DOMINGO.- El dominicano David Ortiz fue exaltado este martes al Salón de la Fama de Cooperstown de las Grandes Ligas, convirtiéndose en el cuarto criollo en alcanzar esta distinción.
Ortiz logró este reconocimiento en su primer año en el listado de elegibles para la inmortalidad, gracias a la mayoría de los votos de los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, por sus siglas en inglés).
Es el jugador 268 en ser elegido y se unió a Juan Marichal (1983), Pedro Martinez (2015) y Vladimir Guerrero (2018) como el cuarto quisqueyano en el Salón. Además se quedó como el único jugador elegido a Cooperstown por la prensa que cubre béisbol.
Ortiz, fue bateador designado de los Medias Rojas de Boston superó a candidatos como Barry Bonds y Roger Clemens quienes en los votos dados a conocer el lunes alcanzaban un 77.5 y 76.4 respectivamente.
En sus 20 temporadas en Grandes Ligas, conectó 541 cuadrangulares de por vida, 632 dobles entre sus 2,472 imparables, fue uno de los bateadores más prolíficos de la historia de la postemporada, elegido 10 veces al Juego de Estrellas, totalizó 23 hits que sentenciaron juegos, incluyendo tres durante la postemporada de 2004 en la que Boston exorcizó la “Maldición del Bambino” de 86 años sin conquistar la Serie Mundial.
Se encargó de romper la Maldición junto a los Medias Rojas de Boston, agregó dos campeonatos más en un período de nueve años para convertirse, además, en una de las figuras más queridas de todo el béisbol.
Con los Medias Rojas logró ser seleccionado al Juego de Estrellas en 10 ocasiones. Ganó 7 Bates de Plata como designado, remolcó 100 o más carreras en 10 temporadas y en 10 campañas superó los 30 cuadrangulares, 3 veces los 40 jonrones y en una oportunidad disparó sobre 50 vuelacercas.
Ortiz será exaltado en el museo de Cooperstown, en el norte del estado de Nueva York, el 24 de julio, junto a los cubanos Minnie Miñoso y Tony Oliva, además de Buck O’Neil, Gil Hodges, Jim Kaat y Bud Fowler, seleccionados por los comités de las eras.
“Maldición del Bambino”
Luego de la temporada de 1919, el dueño de los Medias Rojas, Harry Frazee, que había comprado el equipo en 1916, necesitaba dinero para uno de sus espectáculos de Broadway. Frazee vendió a Babe en 1920 a los Yankees de Nueva York.
Los Red Sox habían ganado 5 de las 15 Series Mundiales que se habían realizado hasta 1919, la última de ellas en 1918, y Babe Ruth había participado en tres de ellas. Por su parte, los Yankees no tenían un solo título en sus vitrinas.
Al llegar Ruth al roster neoyorquino, se dio un cambio inmediato en ambas historias. En 1921 y 1922 los Yankees jugaron sus primeras dos Series Mundiales, y aunque perdieron, se habían convertido en uno de los mejores equipos. Para 1923, ganaron su primer título, con Babe Ruth pegando 41 jonrones y con 130 carreras producidas.
¿Cómo terminó la maldición?
Después de participar y perder en cuatro ediciones de la Serie Mundial después de vender a Ruth, los Medias Rojas estaban en la Serie de Campeonato de la Liga Americana frente a los Yankees en la temporada de 2004. Perdían esa confrontación 0-3 y parecía que seguiría la sequía. Pero vino una mágica reacción en el Juego 4 para ganar el Juego 4 con un home run de David Ortiz.
Los Medias Rojas no solo ganaron ese juego, sino que hicieron lo nunca pensado al ganar los otros tres encuentros, con lo que eliminaron a los Yankees y avanzaron a la Serie Mundial. Ya con ese impulso, los Cardenales de San Luis se convirtieron en su siguiente víctima, los barrieron y en cuatro juegos, Boston finalmente volvió a ser campeón de Grandes Ligas.