Por JOSE BAUTISTA
El diputado machista de la provincia La Romana, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Eugenio Cedeño, asegura que sí él está casado con su esposa, y se quita el preservativo que usa en sus relaciones íntimas, porque quiere embarazar a su mujer, aunque ella no quiera, es mí mujer.
El honorable legislador romanense entiende que esa acción irrespectuosa y desconsiderada a la dignidad de su esposa no debe ir al Código Penal, ni siquiera al Código Civil, pues según él, para que se casó con él.
Y es tan osado el señor diputado, que ahora después de sus declaraciones públicas sobre el caso, culpa a los periodistas de sacar de contexto sus tronadas y escandalosas palabras.
De verdad que no entiendo los planteamientos del diputado Eugenio Cedeño, pues como es posible que usted diga que por estar casado con una dama le da el derecho de embarazarla si ella no quiere, aunque usted sea su compañero de vida.
No solo las relaciones sexuales de parejas, todo lo que no está consensuado en la vida de una mujer es una agresión y un irrespeto a su dignidad.
Aunque un hombre esté casado con una mujer y ella le pide que use un preservativo para que no la embarace cuando están teniendo relaciones sexuales tiene que ser respetada por su amante.
SANCIÓN
Estoy totalmente de acuerdo con el nuevo Código Penal, que condena con la pena de cuatro a 10 años de cárcel a un hombre que se quite un preservativo en una relación sexual para embarazar a su esposa, sin el consentimiento de ella.
Esa acción de cualquier hombre que está casado con una dama debe ser penalizada, pues es un delito malicioso y premeditado que perjudica la estabilidad emocional de esa indefensa compañera matrimonial señor diputado Eugenio Cedeño.
Siento vergüenza ajena que un honorable diputado dominicano se exprese de esa forma sobre una señora que tiene el orgullo de ser su esposa.
Así no señor Cedeño, estoy cien por ciento de acuerdo con el nuevo Código Penal que castigue con cuatro ó 10 años de prisión a cualquier mortal que abuse y desconsidere a su esposa o a cualquier ciudadana, pues una relación sexual que no es consensuada, por una dama se convierte en una grosera violación sexual.
