El Banco Mundial implementa un nuevo Marco de Alianza en la República Dominicana para impulsar un desarrollo equitativo y sostenible.
El Banco Mundial ha consolidado su compromiso con la República Dominicana a través de un nuevo Marco de Alianza, con el objetivo principal de cerrar brechas y fomentar un crecimiento económico inclusivo que no deje a nadie atrás.
Durante las últimas dos décadas, la República Dominicana ha experimentado un significativo crecimiento económico, resultado de reformas estructurales orientadas al mercado en los años 90 y condiciones externas favorables. Sin embargo, los motores de este crecimiento están llegando a su límite debido al bajo crecimiento de la productividad, la falta de capital humano adecuado para el sector empresarial, desastres relacionados con el cambio climático y distorsiones en mercados clave, como la asignación poco eficiente de exenciones fiscales.
Según informes del Banco Mundial, se proyecta un crecimiento económico del 5,1% para 2024, impulsado por la flexibilización de la política monetaria y el aumento de la inversión pública. A pesar de estos avances, persisten desafíos como la falta de empleos de calidad en varios sectores, altas tasas de inflación que afectan a los más vulnerables y brechas de género en el empleo y los salarios.
El Banco Mundial reconoce la importancia de mejorar el acceso a servicios básicos de calidad en educación, salud, agua y electricidad para expandir las oportunidades económicas y proteger a los sectores vulnerables. El Gobierno dominicano ha mostrado un firme compromiso para abordar los desafíos del sector eléctrico mediante reformas integrales, aunque aún persisten retos en cuanto a transparencia, rendición de cuentas y eficiencia en este sector.
Más del 40% de los dominicanos enfrentan condiciones vulnerables y riesgos de pobreza debido a crisis económicas y eventos climáticos. Las brechas de género en el empleo y los salarios también contribuyen a la incidencia de la pobreza entre las mujeres.
En este contexto, el cambio climático ha intensificado la exposición a desastres naturales, aumentando los riesgos fiscales contingentes del país. Es urgente implementar acciones que fortalezcan la resiliencia y la adaptación de manera inclusiva.
Para lograr un crecimiento inclusivo en el futuro, la República Dominicana requerirá aumentar la productividad a través de reformas que fortalezcan las reservas fiscales, el capital humano, la competitividad, la innovación, la tecnología verde y la eficiencia del gasto público. Estos cambios deben acompañarse de mejoras en las regulaciones del mercado laboral y los sistemas de protección social para asegurar un desarrollo equitativo y sostenible en el país.
