A pesar de las promesas de cambio, el controvertido Fondo de Asistencia Social persiste en el Senado dominicano, desafiando los intentos de eliminación y generando críticas públicas
A lo largo de los últimos cuatro años, la polémica práctica del "Barrilito" ha resistido los esfuerzos por erradicarla, a pesar de las promesas de cambio y la presión pública.
A medida que la actual gestión del Estado dominicano, encabezada por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), se acerca a su fin, persiste la deuda con la sociedad de eliminar esta asignación discrecional de fondos a los legisladores.
Desde el inicio de la gestión en agosto de 2020, se generaron expectativas sobre posibles cambios en las prácticas gubernamentales, especialmente en lo que respecta al barrilito, creado en 2006 para regular los fondos discrecionales de los legisladores.
Sin embargo de las promesas de algunos senadores de no aceptar estos fondos, la mayoría de los legisladores continúan recibiendo asignaciones mensuales sin rendir cuentas sobre su uso.
En 2021, el presidente Luis Abinader se sumó a las voces que abogaban por la eliminación del barrilito, pero hasta el momento no se han tomado medidas concretas para poner fin a esta práctica.
Mientras tanto, los fondos continúan siendo depositados mensualmente en cuentas corrientes, alimentando la controversia y generando críticas de diversos sectores de la sociedad.
Los intentos por eliminar el barrilito se han enfrentado a obstáculos, incluida la resistencia de algunos senadores y la declaración de inadmisibilidad de acciones legales presentadas ante el Tribunal Constitucional.
Esta situación subraya la complejidad y la persistencia del problema, así como la necesidad de una acción decisiva por parte de las autoridades para abordarlo de manera efectiva.