Francisco Paniagua
Comunicador
El 13 de enero del año 2012 una anodina María Corina Machado desafío al líder del socialismo de toda América Latina.
María Corina no tuvo temor de confrontar ideas con Hugo Chávez ni midió la diferencia de estatura política, solo aprovecho el momento y nos dejó gravado un histórico pulso político. Chávez termino cerrando el careo con la histórica y lapidaria frase “Águila no casa mosca”.
Minimizando la entonces asambleísta, el presidente Chávez cerro el episodio sin darse cuenta que en ese momento no murió una mosca, sino que nació un águila.
Desde ahí y hasta la fecha el Chavismo ha enfrentado sin sudar a personajes como Enrique Capriles y Juan Guaidó, pero no fue hasta que Machado alzó vuelo y se puso en escena, que el PUSV sintió una real amenaza a su imbatible régimen.
Hoy, María Corina lidera la defensa del triunfo que ella misma acarreo el 28 de Julio y que ha dejado aislado del resto de América a un régimen que durante 25 años ha dirigido con manos de hierro al pueblo venezolano.
El Chávez, que la desconsidero como una mosca, no se imaginó que hoy fuese ella quien marcara la disfunción de un socialismo rancio, acorralando, exponiendo su ilegitimidad ante el mundo.
Después de los acontecimientos del 28 de Julio, Maduro podría seguir gobernando, pero ahora solo, con más sanciones y con miedo, miedo a que un día se levante un teniente y lo haga caer desde adentro.
La Machado definió el momento, espero su tiempo y ha entendido el papel que le ha tocado desempeñar en la historia de Venezuela, por eso ha rechazado con amabilidad todas las invitaciones de asilo que le han brindado otros países porque ella sabe que su lucha debe continuar en las calles, con el pueblo y en Venezuela.