El expresidente Donald Trump fue herido por una bala de francotirador durante un mitin de campaña en Pensilvania el sábado por la noche, en un aparente intento de asesinato que casi le cuesta la vida, según informaron fuentes policiales a The Post.
El Servicio Secreto ha confirmado que Trump se encuentra a salvo. Un portavoz de la campaña informó que Trump está "bien" y que está siendo evaluado en un centro médico local.
El tirador, que fue abatido por un equipo de asalto del Servicio Secreto, causó la muerte de otra persona que se encontraba detrás de Trump en el podio, según fuentes.
"Estuvo a centímetros de que le dispararan en la cara", afirmó una fuente policial de alto rango a The Post.
El ataque parece haber sido realizado por un francotirador ubicado en un edificio a cientos de metros del ex presidente, fuera del perímetro de seguridad. Se cree que la bala fue desviada por un vidrio antes de golpear a Trump en la cara.
En el mitin en Butler, a unas 35 millas al norte de Pittsburgh, se oyeron nueve disparos y Trump se agachó para cubrirse antes de ser rodeado por agentes del Servicio Secreto, según muestra un video del evento. Los primeros informes sugieren que un francotirador en el techo de un edificio apuntó a Trump, según fuentes policiales, testigos y videos publicados en las redes sociales.
Un partidario de Trump dijo a la BBC que vio a un aparente francotirador armado con un rifle en el techo de un edificio fuera del perímetro de seguridad de la manifestación. Este testigo intentó alertar al Servicio Secreto antes de ver al hombre abrir fuego cinco veces.
Un video del lugar muestra al pistolero muerto en el techo de un almacén, rodeado por partidarios de Trump.
Después del tiroteo, se vio a Trump, con sangre en el costado de su cara y boca, diciéndole a los agentes del Servicio Secreto que esperaran, y saludó desafiante a la multitud con el puño en alto.
Un testigo, que se identificó como médico de urgencias, dijo a CBS News que corrió hacia el podio después del tiroteo y encontró a un partidario de Trump con una herida de bala en la cabeza. "Había mucha sangre y había materia encefálica allí", describió el médico.
El video muestra a un hombre siendo evacuado de las gradas detrás de Trump, aparentemente en helicóptero.
Aproximadamente dos horas y media después del tiroteo, el presidente Biden se dirigió a la nación y calificó de "enfermo" el intento de asesinato de su oponente republicano. "No hay lugar en Estados Unidos para este tipo de violencia. Es enfermizo. Es una de las razones por las que tenemos que unir a este país", afirmó Biden. "No podemos permitir que esto suceda. No podemos ser así. No podemos tolerar esto".
Cinco días antes, se escuchó a Biden en una reunión de campaña decir: "es hora de poner a Trump en el blanco" con respecto a la campaña, según un audio obtenido por Politico.