El Juego Sucio de la Difamación en la Política Dominicana

Por: Lic. Andrés Mejía Yépez (abogado)

En la política dominicana, la difamación ha sido históricamente utilizada como un arma para desacreditar figuras públicas antes incluso de que puedan demostrar su capacidad de gestión. En este contexto, vemos cómo el ingeniero Eduardo Estrella, antes de asumir oficialmente el Ministerio de Obras Públicas, ya es blanco de ataques infundados en distintos medios y plataformas digitales.

Esta práctica no solo afecta a los líderes políticos, sino que también atenta contra la estabilidad institucional y la confianza ciudadana en sus gobernantes. La estrategia es clara: crear una narrativa negativa en la opinión pública para debilitar a los nuevos funcionarios y condicionar su desempeño desde el primer día.

El patrón de la difamación política

Los ataques mediáticos y digitales suelen seguir un patrón predecible:
1. Acusaciones sin pruebas: Se lanzan rumores sobre supuestos actos de corrupción, malas gestiones pasadas o conflictos de interés, sin presentar evidencia concreta.
2. Uso de redes sociales para viralizar ataques: Se activan campañas en plataformas digitales para amplificar la desinformación.
3. Manipulación mediática: Algunos sectores de la prensa amplifican estas acusaciones sin verificar su veracidad, contribuyendo a la confusión y la desconfianza.
4. Intereses ocultos: Detrás de estos ataques suelen estar sectores que se ven amenazados por el nuevo liderazgo, ya sea por el riesgo de perder privilegios o por razones políticas y económicas.

El caso de Eduardo Estrella: ¿por qué lo atacan?

Eduardo Estrella ha construido una imagen de político serio y transparente, con una trayectoria reconocida en el sector de la construcción y la administración pública. Su llegada al Ministerio de Obras Públicas representa un cambio en la forma de manejar una de las instituciones más estratégicas del país.

Este hecho incomoda a ciertos sectores acostumbrados a beneficiarse de un sistema de adjudicación de obras basado en el clientelismo. Por esta razón, antes de que inicie su gestión, ya buscan debilitar su credibilidad.

Cómo enfrentar la desinformación y la difamación

Ante este panorama, es fundamental que los ciudadanos y los medios responsables adopten una postura crítica frente a los intentos de manipulación. Algunas medidas clave incluyen:
1. Verificar la información: Antes de compartir noticias o rumores, es esencial contrastar con fuentes oficiales y medios confiables.
2. Denunciar la desinformación: Exponer públicamente a quienes difunden noticias falsas y exigir responsabilidad en el manejo de la información.
3. Apoyar la transparencia: Impulsar un gobierno abierto, donde las decisiones y acciones de los funcionarios sean accesibles y claras para todos.
4. Fomentar la educación mediática: Enseñar a la población a identificar noticias falsas y entender cómo se manipula la opinión pública.

Conclusión

El uso de la difamación como herramienta política es una amenaza para la democracia y la gobernabilidad en República Dominicana. Es tarea de todos, desde ciudadanos hasta medios de comunicación y líderes políticos, promover una cultura de información veraz y responsable. Solo así se podrá garantizar que el país avance con base en la verdad y no en campañas de descrédito diseñadas para frenar el progreso.