Santo Domingo.- Luego de la lamentable muerte de una mujer y un bebé de dos meses a causa de envenenamiento por fumigación con insecticida llamado Fosfina Fosfuro de Aluminio en su apartamento de la Torre Da Silva del Distrito Nacional, ha causado nuevamente preocupación sobre el uso y manejo de plaguicidas que tiene precedentes mortales en el país.
En enero de 2015, Yasser y Joanna Mármol, una pareja de esposos casi mueren envenenados por una sustancia química mortal que una empresa de desinfección utilizó en los apartamentos de algunos de sus vecinos.
Asimismo, el 17 de julio de 2013, dos turistas uruguayos fueron envenenados y murieron en Juan Dolio, tragedia ocurrida luego de que las casas de vecinos de la zona residencial donde vivían fueron desinfectadas.
Conforme con las autoridades, la víctima aparentemente murió al inhalar una sustancia tóxica que su vecino usaba para matar termitas y otros insectos en su departamento del primer piso.
Según expertos, explicaron que en este caso, la propietaria decidió llevar a cabo por su cuenta la fumigación contra comejen sin contratar los servicios de una empresa especializada. En lugar de buscar una fumigadora reconocida, una inquilina del edificio decidió realizar el trabajo por sí misma, sin tomar en cuenta los riesgos asociados.
¿Qué es la Fosfina de Aluminio?
La Fosfina Fosfuro de Aluminio es un sólido cristalino de color gris oscuro o amarillo oscuro que se utiliza como pesticida o fumigante de granos y como encendedor de soplete.
Se utiliza como rodenticida, insecticida y fumigante de granos almacenados, también se utiliza para matar topos, conejos, roedores y otros pequeños mamíferos.
Recomendaciones de especialistas
Hay que recordar que los insecticidas son venenos, y que pueden causar intoxicaciones tanto en personas como en animales domésticos expuestos a ellos. Mal utilizados, pueden penetrar en nuestro organismo a través de la piel, la respiración o por ingestión.
La mayoría de las intoxicaciones que por estos productos se producen en el hogar, se deben a un incorrecto almacenamiento de los mismos y, sobre todo, a un mal uso.
Entre las recomendaciones brindadas son:
-Los insecticidas no pueden sustituir ni son alternativa a prácticas incorrectas de limpieza y/o mantenimiento de locales o instalaciones.
-La mezcla de sustancias distintas no presupone mayor eficacia en el control de la plaga, por el contrario, las consecuencias para su salud y para el medio ambiente pueden ser imprevisibles y no siempre deseadas.
-Siempre hay que seguir exactamente las recomendaciones de uso del fabricante.
-Para uso doméstico sólo pueden utilizarse productos con la clasificación de “Plaguicidas de Uso Doméstico”, otro tipo de productos solo están permitidos a profesionales y personal cualificado.
