Santo Domingo, RD.- La trágica muerte de Ismael Ureña Pérez, un adolescente de 14 años, tras presuntamente recibir una inyección del esteroide veterinario conocido como "Caballín" (Boldenona), ha expuesto una alarmante práctica que pone en peligro la salud de los jóvenes deportistas, especialmente de aquellos que buscan destacar en el béisbol.
El béisbol, deporte emblema de la República Dominicana, se ha convertido en el escenario donde adolescentes son inducidos a utilizar sustancias anabólicas destinadas a animales con la promesa de mejorar su rendimiento físico y aumentar su masa muscular. Sin embargo, estas prácticas están generando daños irreversibles en sus organismos.
El impacto en los peloteros juveniles
El doctor Richard Medina, especialista en nefrología, advirtió sobre el alarmante aumento de casos de daño renal severo entre adolescentes que practican béisbol. “En el último año he tratado a 15 pacientes jóvenes, todos con el denominador común de haber usado esteroides como el ‘Caballín’. Esta práctica está arruinando vidas”, denunció.
El uso de la Boldenona, una sustancia diseñada para animales, afecta directamente a los órganos y sistemas de los adolescentes. Los principales daños incluyen:
• Problemas hormonales graves: Los jóvenes sufren alteraciones como ginecomastia, infertilidad, atrofia testicular y disfunción eréctil.
• Detención del crecimiento: Estos esteroides aceleran el cierre de las placas de crecimiento óseo, impidiendo que los adolescentes alcancen su estatura adulta.
• Toxicidad renal y hepática: Los riñones y el hígado, fundamentales para el rendimiento físico, se ven gravemente afectados, llevando en muchos casos a insuficiencia orgánica.
• Riesgo cardiovascular: Estos productos elevan la presión arterial y los niveles de colesterol, aumentando el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales.
• Consecuencias psicológicas: Los peloteros juveniles pueden experimentar agresividad extrema, ansiedad, depresión y pensamientos suicidas.
Falta de regulación y riesgos del mercado negro
La Boldenona, conocida como "Caballín", se vende libremente en tiendas veterinarias sin ningún tipo de receta, según denunció el doctor Waskar Ariza, presidente del Colegio Dominicano de Médicos Veterinarios. “Es un crimen que estos productos sean usados en jóvenes peloteros con el objetivo de mejorar su rendimiento”, afirmó.
En la mayoría de los casos, estas sustancias son adquiridas en el mercado negro y aplicadas sin supervisión médica, lo que agrava el peligro. Además de los daños orgánicos, los adolescentes enfrentan el riesgo de infecciones severas o reacciones alérgicas fatales debido a la manipulación inadecuada de los productos.
Un llamado a proteger a los atletas juveniles
El doctor Rafael Mena, pediatra intensivista, hizo un llamado al Ministerio de Deportes para que adopte medidas más estrictas contra estas prácticas, incluyendo controles rigurosos de dopaje en las ligas juveniles de béisbol. “Estos dirigentes y entrenadores que permiten esto deben ser sancionados. Los jóvenes no deberían arriesgar sus vidas por el sueño de convertirse en peloteros profesionales”, subrayó.
Además, los expertos piden a las autoridades regular la venta de esteroides veterinarios y lanzar campañas educativas para concienciar a las familias y a los propios atletas sobre los riesgos.
El futuro de los jóvenes peloteros en riesgo
La República Dominicana, cuna de grandes estrellas del béisbol internacional, enfrenta el reto de proteger a su cantera de talentos frente a estas prácticas nocivas. La búsqueda de un mejor rendimiento no puede ser a costa de la salud y la vida de los adolescentes.
El caso de Ismael Ureña es un recordatorio doloroso de los peligros del uso de esteroides veterinarios en el deporte. Proteger a los jóvenes atletas no solo es una prioridad, sino una responsabilidad ineludible para las autoridades, entrenadores y familias.