Editorial TVN24
A 13 días de las elecciones municipales las páginas de los diarios impresos, los medios digitales y las redes sociales recogen las marchas y caravanas que escenifican los diferentes partidos políticos a lo largo de todo el país.
Banderas de todos los colores ondean sobre las cabezas de los activistas que buscan agenciarse alguna posición al arribo del poder de sus candidatos o unas canonjías para solventar las necesidades inmediatas.
Los repetitivos eslóganes de campaña con construcciones lingüísticas cosméticas, el sonido ensordecedor de los tambores, han superado los planteamientos programáticos que se ofrecían, en el pasado reciente, a los electores.
Los protagonistas fundamentales de este proceso electoral se pasan “la pelota caliente” del debate político en contracusaciones, limitadas a señalar quien es más o menos corrupto que el otro.
A 13 días de unas elecciones municipales, con una Junta Central Electoral haciendo todo lo posible por demostrar equilibrio y justeza en este torneo, con nuevos elementos en la composición de las boletas electivas y con una fórmula dual en el proceso electoral.
Ahora queda a los dominicanos y dominicanas, habilitados para ejercer su derecho al voto, mostrar su voluntad y civismo para que en este ejercicio Democrático salga fortalecida la democracia dominicana.
Pero más se fortalece la institucionalidad si los candidatos una vez elegidos hacen la transformación deseada de convertirse en los gerentes e impolutos administradores de la cosa pública.
Los cabildos son el gobierno pequeño de cada conglomerado o ciudad y están llamados a jugar su rol y convertirse en el ente más importante de la gobernanza local para devolver a los ciudadanos la confianza en sus autoridades.
Son los cabildos y sus incumbentes los llamados a implementar las políticas públicas que le permitan a los dominicanos tener ciudades más amigables y comprometidas en su crecimiento, con una buena planificación urbana para que se desarrollen de manera integral en beneficio para todos.
El 18 de febrero próximo tenemos una cita con la democracia dominicana, con la institucionalidad, con el civismo, con el bienestar y desarrollo de nuestras ciudades, con nosotros mismos y sobre todo con el constructor social llamado Nación.