El 28 de abril de 1965, Estados Unidos despliega tropas en República Dominicana por segunda vez en su historia, desencadenando una serie de acontecimientos en medio de una crisis política y civil en la isla caribeña.
En un hecho que resonó en la historia de la República Dominicana, el 28 de abril de 1965 marcó el inicio de una intervención militar por parte de Estados Unidos en suelo dominicano, repitiendo un episodio similar ocurrido en 1916. La decisión de invadir el país caribeño fue tomada por el presidente estadounidense Lyndon B. Johnson, quien, según reportes, estaba preocupado por evitar la expansión de una influencia comunista similar a la de Cuba en la región.
La intervención se produjo en medio de una crisis política y civil en República Dominicana. Tras el derrocamiento del dictador Leónidas Trujillo, el país enfrentaba una lucha de poder entre facciones militares y políticas. Juan Bosch, quien había llegado al poder democráticamente, fue derrocado dos años después por un golpe de Estado.
La situación se agravó con el temor de una victoria de los rebeldes constitucionalistas, lo que llevó a Johnson a ordenar la intervención militar. El general Antonio Imbert Barrera fue puesto al frente del gobierno por las tropas estadounidenses.
La Operación Power Pack, como se denominó a la intervención, provocó una serie de consecuencias políticas y sociales en la República Dominicana. Las tropas estadounidenses permanecieron en el país hasta septiembre de 1966, cuando finalmente se retiraron después de lograr que el líder rebelde Francisco Alberto Caamaño aceptara abandonar la lucha armada.
Tras la partida de las tropas estadounidenses, se celebraron elecciones en las que Joaquín Balaguer salió victorioso, marcando el inicio de una larga presidencia que se prolongaría por décadas.
El legado de esta intervención militar sigue siendo motivo de debate y análisis en la historia de República Dominicana, recordando un momento de tensiones políticas y la influencia de Estados Unidos en los asuntos internos de la región.