Santo Domingo, RD.- Un nuevo informe titulado Radiografía de las AFP y ARS: análisis económico para el debate de políticas públicas, presentado por la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la Fundación Juan Bosch y la Coalición por una Seguridad Social Digna, denuncia la realidad de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) en el sistema de seguridad social dominicano.
El estudio, elaborado por los investigadores Matías Bosch Carcuro y Francisco Tavárez Vásquez, califica el modelo actual como una “Ley del Embudo”, donde las empresas privadas acumulan enormes ganancias mientras los trabajadores y la ciudadanía asumen los riesgos, las pérdidas y la precarización de derechos fundamentales.
Ganancias extraordinarias y concentración de poder
El informe señala que, en 2023, las ganancias de las AFP superaron los 5,000 millones de pesos y, de continuar la tendencia del primer semestre de 2024, podrían alcanzar los 5,500 millones al cierre de este año. Bosch y Tavárez destacaron que las tasas de rentabilidad de las AFP son “extraordinarias”, superando ampliamente a otros sectores financieros como la banca.
“Más del 80% del negocio está controlado por cuatro AFP, y más del 70% se concentra en tres: Popular, Crecer y Siembra. Estas empresas no enfrentan riesgos reales de mercado, lo que convierte su modelo en un mecanismo perfecto de transferencia de recursos públicos a manos privadas”, afirmaron los investigadores.
Salud: una mercancía sujeta a capacidad de pago
El estudio denuncia que el acceso a la atención médica universal ha sido convertido en una mercancía, subyugada a la capacidad de pago de los ciudadanos y al lucro de las ARS. Este modelo excluye a quienes no pueden costear los servicios, mientras las ARS obtienen cuantiosas ganancias sin asumir riesgos ni optimizar recursos.
“En lugar de garantizar derechos fundamentales como la salud, se privilegia la rentabilidad financiera, perpetuando un sistema de exclusión y abusos”, enfatizó Matías Bosch.
El falso paradigma de la seguridad social
Los autores critican que el sistema actual está lejos de cumplir con los principios de solidaridad y protección social. Según Bosch y Tavárez, millones de dominicanos enfrentan un sistema de seguridad social caracterizado por abusos, recortes y la negación de servicios esenciales, todo en función de maximizar las ganancias de las entidades intermediarias.
“No es seguridad social aquella que se basa en el negocio y la exclusión. La verdadera seguridad social debe proteger a los ciudadanos ante eventos previsibles e imprevisibles como enfermedades, accidentes laborales o la vejez”, señalaron los investigadores.
Uso de los fondos de pensiones: ¿al servicio del país o de los grupos económicos?
El informe también revela cómo las AFP utilizan los fondos de pensiones de los trabajadores. Estas empresas han destinado cerca de 700,000 millones de pesos al financiamiento del déficit del Banco Central, préstamos al Gobierno y operaciones con bancos y fondos de inversión vinculados a los propios grupos económicos que controlan las AFP.
“El dinero de los trabajadores y empleadores se está utilizando para respaldar déficits fiscales y alimentar los intereses de grandes corporaciones, mientras el país enfrenta graves problemas de inequidad y falta de acceso a servicios básicos”, denunciaron.
Presión para una reforma urgente
En la presentación del estudio, que contó con la participación de figuras como el Dr. Antonio Ciriaco, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, y Francisca Peguero de la Coalición por una Seguridad Social Digna, se hizo un llamado enérgico para reformar el sistema de seguridad social.
La Coalición por una Seguridad Social Digna exigió un modelo basado en la solidaridad, que garantice la protección de los derechos fundamentales y elimine las prácticas abusivas de las AFP y ARS.
“El modelo actual no solo es insostenible, sino que representa una afrenta directa contra la dignidad humana y los derechos fundamentales de los ciudadanos dominicanos. Es hora de un cambio estructural profundo”, concluyeron los organizadores del evento.
