Santo Domingo.- El analista meteorológico Jean Suriel informó que la tragedia ocurrida la noche de este martes en el río Fula, en la provincia Monseñor Nouel, donde murieron cuatro personas ahogadas y otra está desaparecida, se debió a una combinación de factores meteorológicos y a la imprudencia humana.
Suriel, explicó que recientemente realizó un análisis de las inundaciones históricas ocurridas en Santo Domingo, el 4 de noviembre 2022, y la conclusión resultante fue que las condiciones atmosféricas actuales son más que favorables para que se desarrollen estos eventos extremos.
“Desde el lunes está incidiendo una vaguada en República Dominicana, la cual ha generado precipitaciones en muchas zonas del país: también los vientos del Este inyectan más humedad al fenómeno desde la región marina, que a propósito está muy caliente para un mes de noviembre”, señaló.
El experto precisó que a partir de las 6:10 de la tarde del martes, un núcleo nuboso empezó a desarrollarse en la zona montañosa de Bonao, depositando aguaceros torrenciales a partir de las 6:20 de la tarde hasta las 8:00 de la noche.
“Fueron lluvias focalizadas en ese momento en la zona donde nace el río Fula: más de una docena de personas permanecía compartiendo en medio del río sin prever que una corriente rápida estaba en desarrollo”, dijo.
A su vez, reveló que debido al incremento de las temperaturas en nuestra región del Caribe en los últimos años, hemos visto cuatro constantes que se repiten una y otra vez, aumentando el potencial para que ocurran más tragedias: Fenómenos de rápido desarrollo, lluvias torrenciales en corto plazo, inundaciones extremas repentinas y crecida de ríos y cañadas con corrientes veloces.
Suriel indicó que ante este panorama meteorológico cada vez más extremo, la amenaza de sistemas atmosféricos es más frecuente y más significativa por lo que se deben redoblar las medidas de prevención en todo el país.
“Pero no solo la naturaleza tiene la responsabilidad del fallecimiento de estas personas en el río Fula; también la humanidad debe asumir su falta de acción ante un potencial peligro y desistir del comportamiento de desafiar a los fenómenos naturales”, aseveró.