Por José Alberto Selmo
Director
En nuestra sociedad hemos venido experimentando ciertos cambios, los cambios cabe mencionar que no necesariamente son progresivos o regresivos, todo va a depender de lo que usted considere como de aportes y de no, evaluación en sus manos.
Hacen ya unos meses en nuestra capital se vio el caso de un exponente de música a la que catalogamos urbana, acusado el joven de haber estado íntimamente con menores en más de una ocasión, era su costumbre. En su entramado existía otra joven la que se encargaba de conseguirle las niñas para saciar su necesidad masculina a todas luces distorsionada.
Aquí podemos ver las debilidades de nuestro sistema de sociedad, la madre de la niña trabajando todo el día para poder sustentar su familia, el padre de la misma encarcelado por homicidio. A esto podemos agregar que en el desarrollo franco de su personalidad la menor está expuesta sistemáticamente a un ambiente totalmente distorsionado donde la norma es a lo que cedió.
En el proceso de detención alegan los abogados defensores que se violaron algunos procesos, lo cual impide que el expediente o caso sea sólido, detalles tan delicados como el interrogatorio de la cámara del Gesell.
Entonces es liberado el acusado, como consecuencia de la variación de medida de coerción en su contra.
¿Cómo lo vemos? ¿Qué mensaje enviamos? A esto se ha sumado el rumor que un legislador firmó como garante del acusado. ¿Estamos en la misma línea o unos empujan hacia lo incorrecto y otros a lo correcto?
A esto el progenitor del acusado ha dicho que ni el ni su hijo se arrodillan ante una mujer.
Tome usted las conclusiones y seguimos.