El Gobierno dominicano ha adquirido siete aviones militares Pillán T-35 de entrenamiento, procedentes de una flotilla que el Ministerio de Defensa español reemplazó después de treinta años de servicio. Las aeronaves serán enviadas a la base aérea de San Isidro en las próximas semanas, pero hasta ahora, las autoridades no han revelado los detalles del contrato.
El proceso de compra de estas aeronaves está encabezado por el comandante general de la Fuerza Aérea, el mayor general Carlos González Febrillet, quien ha nombrado una comisión técnica que viajó a España para coordinar la importación de los aviones. También ha contado con la colaboración del cónsul dominicano en Sevilla, Cesar Gámez, según un portal especializado en temas militares.
La compra de estos aviones está amparada por la orden ejecutiva presidencial 46-24, que permite excepciones para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, evitando licitaciones públicas. Sin embargo, esta excepción no exime al gobierno de informar sobre los costos involucrados para asegurar la transparencia en el uso de los recursos del Estado.
El Pillán T-35 es una aeronave de instrucción y combate ligero fabricada por la Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER) desde 1985 hasta 2013. La República Dominicana adquirió su primera flotilla en 1999, durante el primer mandato de Leonel Fernández y bajo la gestión del mayor general Rafael Antonio Gonzales Borrell en la Fuerza Aérea. De esa flotilla, cuatro aviones aún permanecen en operación.
Los aviones Pillán rememoran recuerdos tristes para los pilotos de la Fuerza Aérea Dominicana, ya que al menos tres de sus compañeros han perdido la vida en dos accidentes ocurridos en 2013 y 2018, mientras operaban esas aeronaves.
El 7 de abril de 2013, durante una exhibición en el Show Aéreo del Caribe, un avión Pillán T-35 se precipitó al mar y causó la muerte de los pilotos Rafael Sánchez Astacio y Carlos Manuel Guerrero, ambos oficiales de la Fuerza Aérea Dominicana. En agosto de 2018, ocurrió otro trágico accidente con el mismo modelo de aeronave en la provincia de Elías Piña, en la frontera terrestre. En este suceso, el segundo teniente piloto Ángel Amaurys Féliz Victorino falleció y el primer teniente Garay Villanueva sufrió heridas graves.
Según el portal infodefensa.com, este modelo fue retirado tras tres décadas de servicio en la Academia General del Aire (AGA) de España debido a la carencia de piezas en el mercado. Las recientes adquisiciones de aviones no han proporcionado detalles sobre si la compra es para obtener repuestos y mejorar los aviones adquiridos en 1999, o si planean realizar reparaciones mayores y seguir operando un modelo que las autoridades militares españolas dieron de baja por considerarlo obsoleto.