EFE
Sara Duterte-Carpio, hija del actual presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha afirmado que impondrá el servicio militar obligatorio para todos los ciudadanos mayores de 18 años si llega a ser vicepresidenta tras las elecciones del próximo mayo.
La aspirante a vicepresidenta y alcaldesa de Davao (Mindanao, sur de Filipinas) aseguró durante una intervención virtual centrada en los jóvenes que, de ganar, “haré obligatorio el servicio militar para todos los mayores de 18 años, ya sean hombres o mujeres”, según publica este jueves el diario Philippines Star.
“Vemos que esto ocurre en países como Corea del Sur o Israel. Todo el mundo, una vez cumpla 18 años, tendrá que servir al país a través de nuestras fuerzas armadas”, añadió.
El servicio militar obligatorio quedó abolido en Filipinas hace dos décadas, en el año 2002, cuando se creó un programa de entrenamiento opcional.
Duterte-Carpio no lo considera suficiente y detalló que, según su plan, los jóvenes que cumplan con el servicio militar recibirán durante ese tiempo un subsidio gubernamental, y la experiencia incluirá entrenamiento en gestión de emergencias.
Reservista ella misma, la política filipina criticó el gasto en campeonatos de deporte, concursos de belleza y fiestas populares de algunas ciudades, y defendió que, en Davao, “hemos creado en cambio un programa de entrenamiento para responder a emergencias y crisis con ya más de 200 licenciados”.
Las promesas de Duterte-Carpio van en línea con la voluntad de su progenitor de impulsar el servicio militar y el papel de las fuerzas de seguridad en Filipinas, para quienes defendió un aumento de sueldo durante su mandato.
El plan de imponer el servicio militar ha suscitado las críticas de quienes temen un régimen fuerte si ella y su aliado y aspirante a la presidencia, Ferdinand “Bongbong” Marcos, hijo del dictador Ferdinand Marcos, salen elegidos en mayo.
Otro candidato a la vicepresidencia, el exdiputado Walden Bello, respondió que asuntos como “la respuesta y prevención de desastres no necesitan de entrenamiento militar. Necesitan exactamente lo opuesto: desmilitarización”.
El equipo electoral de Marcos y Duterte-Carpio es el favorito en las encuestas, seguido de la actual vicepresidenta, Leni Robredo, rival de Duterte y que aspira a convertirse en presidenta en 2022. Según la ley filipina, el jefe de Estado no puede presentarse a la reelección, y el presidente se presenta para el cargo de senador.
Los cargos de presidente y vicepresidente se votan por separado en Filipinas, por lo que puede darse el caso de que pertenezcan a distintos partidos y sean rivales políticos.
Otros candidatos a la presidencia en 2022 son el alcalde de Manila, Francisco Domagoso (conocido como Isko Moreno), y la leyenda del boxeo Manny Pacquiao.