La Carrera que Mueve Corazones
El Puerto Rico 10K Run, parte de la iniciativa "Junte Boricua", no solo atrajo a miles de corredores y caminantes, sino que también fue testigo de historias conmovedoras de superación y amor.
Entre los participantes se encontraba el sargento Carlos Evans Toro, quien perdió ambas piernas y su mano izquierda en Afganistán. También estaban Liz López y Rebecca Velázquez, quienes corren con sus hijas en sillas de ruedas para promover la inclusión y la conciencia sobre la seguridad vial.
Después de horas de esfuerzo, cada uno cruzó la meta con una sonrisa y la certeza de que los límites están para ser desafiados.
Carlos Evans Toro: Superación y Gratitud
Carlos Evans Toro, acompañado de su esposa y seres queridos, completó la carrera con un tiempo de 2:11:12. A pesar de las dificultades físicas, su determinación y el apoyo de su familia lo llevaron hasta el final.
"Esto me deja saber que no soy una víctima. Tengo una preciosa familia, un apoyo incondicional, y nunca me rendiré", expresó emocionado.
Liz López: Un Mensaje de Amor y Conciencia
Liz López corrió con su hija Summer Liz, quien sufrió un trauma cerebral severo en un accidente de tránsito. Su participación no solo busca promover la seguridad vial, sino también fortalecer el vínculo madre-hija y fomentar el progreso de Summer hacia una vida más saludable y feliz.
"Desde que decidí correr con mi hija, he visto un progreso en su salud y su felicidad. Estoy aquí para inspirar a otros y demostrarles que nada es imposible", compartió con entusiasmo.
Rebecca Velázquez: Recordando a un Ser Querido
Rebecca Velázquez, junto a su hija Caroline, forma el Team Caroline en honor a su esposo fallecido. A pesar del dolor de su pérdida, decidieron correr juntas para cumplir el deseo de su esposo y demostrar que el amor y el deporte pueden superar cualquier obstáculo.
"Aunque papá ya no esté físicamente con nosotros, sé que le habría encantado vernos aquí. Esta carrera es nuestra manera de honrar su memoria y inspirar a otros", compartió con emoción.
Estas historias son solo algunas de las muchas que se vivieron en el Puerto Rico 10K Run, recordándonos que el verdadero valor de una carrera va más allá de la línea de meta, marcando el inicio de nuevas esperanzas y sueños por alcanzar.