SANTO DOMINGO.- Hoy Quisqueya se viste de orgullo y esplendor al conmemorar el 206 aniversario del nacimiento de Matías Ramón Mella, quien es considerado uno de los Padres de la Patria tras desempeñar un papel preponderante en la gesta de independencia junto a Juan Pablo Duarte y a Francisco del Rosario Sánchez.
Con un acto solemne en el Altar de la Patria, realizado por la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, y el depósito de ofrendas florales de diversas instituciones públicas, privadas, sociedad civil y educativas se conmemora el aniversario de Mella.
El presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Juan Pablo Uribe, manifestó que Mella es un símbolo de determinación, valentía y de fe inquebrantable en el destino de la República Dominicana.
"Mella es un héroe de febrero y un héroe de la Restauración porque fue vicepresidente del gobierno restaurador en 1863″, dijo al presidir la actividad conmemorativa.
Mella, quien nació el 25 de febrero de 1816, encarnó la expresión militante y decidida siendo conocido por haber disparado su trabuco la noche del 27 de febrero del 1844 en la Puerta de la Misericordia, dando inicio de esa forma a la rebelión contra la ocupación haitiana hasta lograr la independencia nacional.
De los fundadores de la República, Mella fue el más apto para las actividades militares. Su habilidad como estratega contribuyó significativamente a lograr la independencia dominicana, hecho que puso fin a la ocupación haitiana
Sobre su entrada a La Trinitaria, luego de creada en 1838 se conoce poco. Se sabe que Duarte lo convocó para sustituir el puesto de Juan Nepomuceno Ravelo cuando éste fracasó en las gestiones de llegar a un acuerdo con los dirigentes haitianos con la finalidad de organizar el movimiento de «La Reforma».
Desde entonces, como miembro del movimiento, Mella encarnó la expresión militante y decidida.
A pocos días de proclamada la Independencia, el 1 de marzo de 1844 se integró como miembro de la recién creada Junta Gubernativa Provisional, durante la Primera República y pocos días después partió hacia la zona Norte o Cibao del país. Allí asumió el cargo de gobernador de Santiago y delegado de la Junta Gubernativa. Se convirtió en el jefe político y militar de la región más importante del país.
Murió el 4 de junio de 1864, en extrema pobreza, en una pequeña casa cercana a la Fortaleza San Luis, en Santiago, siendo enterrado cubierto por la bandera nacional como fuera su deseo.
Mella se desempeñaba como vicepresidente de la República Dominicana cuando en pleno Grito de Capotillo, enfermó de disentería, un trastorno inflamatorio del intestino, hoy conocido como gastroenteritis.
Poco antes de morir había pedido que sus restos fueran envueltos en la Bandera Nacional y pronunció estas palabras:
“Aún hay patria, viva la República Dominicana”.