Santo Domingo. En un evento reciente realizado en el Museo y Casa de Duarte, el presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, denunció lo que considera una “intensa campaña de acoso y extorsión” dirigida a la República Dominicana.
La ceremonia, que incluyó la juramentación de veinte nuevos “miembros de honor”, sirvió como plataforma para que Gómez Ramírez expresara sus preocupaciones sobre la creciente hostilidad que enfrenta el país en el ámbito internacional.
El presidente del Instituto calificó la situación de sin precedentes, señalando que involucra a potencias extranjeras, organizaciones internacionales y ciertos sectores dentro del país que, a su juicio, actúan en detrimento de la soberanía nacional. “No pasan muchos días sin que se presenten agresiones contra los dominicanos”, afirmó, refiriéndose a las acusaciones de racismo, xenofobia y discriminación que han surgido en los últimos tiempos.
Además, Gómez Ramírez abordó las críticas que enfrenta la República Dominicana por supuestas prácticas inhumanas, tales como la explotación de menores haitianos y el trato violento durante las deportaciones.
En respuesta a estas acusaciones, aseguró que los haitianos en el país han sido tratados con dignidad y respeto, independientemente de su estatus migratorio. “Nadie ha comprometido tanto su presupuesto como la República Dominicana para atender las necesidades de salud y educación de la población haitiana”, destacó.
El líder del Instituto también manifestó su preocupación por la falta de acción por parte de las autoridades dominicanas frente a esta campaña de descrédito. Exhortó a la necesidad de una respuesta diplomática robusta y efectiva, instando a las autoridades a educar a la comunidad internacional sobre la realidad del país. “Es fundamental que articulemos una estrategia para contrarrestar estas alegaciones infundadas”, declaró.
Gómez Ramírez no dejó de mencionar la grave crisis que enfrenta Haití, subrayando que, a pesar de la presencia de fuerzas multinacionales, la situación sigue empeorando. Criticó la respuesta internacional, que consideró ineficaz, al decir: “La comunidad internacional solo pone ‘paños tibios’ sobre un problema que necesita soluciones profundas y sostenibles”.
Para concluir, instó a la República Dominicana a seguir buscando la atención de la comunidad internacional respecto a la crisis haitiana, advirtiendo que los efectos de esta situación impactan directamente en la estabilidad y el presupuesto del Estado dominicano.