Agencias
AUSTIN, TEXAS.- Cuando la Fórmula Uno regresó a Estados Unidos en el año 2012, en Texas ni más ni menos, hizo una arriesgada apuesta en un país que había abandonado cinco años antes.
Una década después está claro que la F1 llegó para quedarse.
Con el GP a correrse este domingo expira un contrato a diez años con el Circuito de Las Américas, pero entra en vigor otro para el GP de Miami, a correrse a partir del año que viene. La F1 ganó muchos nuevos adeptos en Estados Unidos a partir de la docuserie de Netflix “Drive to Survive” (Maneja para sobrevivir).
Le tomó una década a la F1 afianzarse en Estados Unidos, incluso sin que haya un piloto estadounidense, que según algunos es un requisito para que genere interés.Entradas agotadas
La vibrante batalla por el título entre Lewis Hamilton y Max Verstappen hizo que se agotasen las entradas para a carrera con la mayor cantidad de público de la historia en Austin, Texas.
El Gran Premio de Miami será una de cuatro pruebas a correrse en América del Norte. Además de la de Austin, incluidia en el calendario del 2022 pese a que todavía no se renovó el acuerdo, la F1 regresará en 2022.
La gente quiere la F1
— Alta inversión
La inversión de 300 millones de dólares para construir un circuito en las afueras de Austin, capital de Texas, pareció muy arriesgada en un país acostumbrado a los «stock cars», o autos de serie, pero parece que valió la pena.
