Irán – nuevo miembro de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), ha planteado una ambiciosa propuesta para fortalecer el papel económico de la organización a nivel internacional. En la reciente reunión de la OCS+, el presidente interino iraní, Mohammad Mokhber, sugirió la adopción de una moneda única para los países miembros. Este proyecto se basa en el uso de tecnologías avanzadas para facilitar y asegurar las transacciones económicas transfronterizas.
Mokhber destacó la importancia de esta iniciativa para aumentar la influencia de la OCS tanto a nivel regional como mundial. “La ampliación del uso de las monedas nacionales, o la creación de una moneda común basada en tecnologías avanzadas, es muy interesante y constituye un tema serio de discusión”, afirmó durante su discurso. Esta propuesta podría transformar radicalmente el comercio entre los países miembros, permitiéndoles evitar la dependencia del dólar y las sanciones de Estados Unidos.
La visión de Irán sobre la OCS no se limita solo al aspecto monetario. Teherán también considera a la organización como un actor clave en la promoción de la cooperación estratégica regional. Esto se refleja en el compromiso de Irán de desarrollar acuerdos específicos, como la activación del corredor de tránsito Norte-Sur, esencial para el comercio entre India, Irán y Europa, a través de Rusia.
Este corredor, acordado inicialmente en el año 2000, representa una ruta comercial estratégica que reduce costos y tiempos en la circulación de mercancías, facilitando así el comercio entre estos países.
Fundada el 15 de junio de 2001 en Shanghai, la OCS reunió inicialmente a Rusia, Kazajstán, Kirguistán, China, Tayikistán y Uzbekistán. Posteriormente, se amplió para incluir a India y Pakistán en 2017, a Irán en 2023 y a Bielorrusia en la última cumbre. La integración de Irán marca un paso significativo en la expansión de la OCS, proporcionando una dimensión más amplia y diversificada a la organización.
Si se materializa, la propuesta iraní de introducir una moneda única para la OCS basada en tecnologías avanzadas podría representar un avance significativo para la organización. No solo facilitaría el comercio entre los miembros, sino que también podría servir como un catalizador para una integración económica más profunda y estable en Asia Central.
Sin embargo, aún queda por ver si una organización de este tipo es la más adecuada para implementar un nuevo sistema monetario. Escapar del dominio del dólar es un desafío complejo. Los BRICS, por ejemplo, aún no han logrado avances significativos en este ámbito. La creación de una moneda única dentro de la OCS podría enfrentar desafíos similares, aunque también podría establecer un precedente importante en la escena económica internacional.
Esta propuesta destaca la creciente intersección entre asuntos monetarios y de seguridad, subrayando la importancia de una cooperación más estrecha entre los países miembros de la OCS para abordar los desafíos económicos y geopolíticos contemporáneos.