Colaboración Instituto Duartiano
Fue el ideólogo de la Independencia de la República Dominicana. Nació el 26 de enero de 1813, nueve años antes de la ocupación haitiana, en una colonia olvidada por el imperio español, hijo del comerciante español Juan José Duarte Rodríguez y la seibana Manuela Díez Jiménez. Fue bautizado en la Iglesia Parroquial de Santa Bárbara el 4 de febrero de ese mismo año.
Eran 11 hermanos, pero no todos llegaron a adultos. El mayor fue Vicente Celestino Duarte y el segundo varón de esta pareja fue Juan Pablo. Siguieron otros como María Josefa Duarte Díez, Filomena Duarte Díez, Rosa Duarte Díez, Juana Bautista Duarte Díez, Manuel Duarte Díez y María Francisca Duarte Díez.
Su infancia discurrió normada por los usos de la época, aprendió a leer en escuelas particulares y recibió enseñanzas cívicas por parte de su madre, doña Manuela.
Desde pequeño se distinguió por su afán de aprender, recibió clases con el profesor Manuel Aybar y otros maestros de la época. Por la carencia de estudios profundos en el país, el padre de Duarte aprovechó el viaje a Europa de un amigo de la familia, Don Pablo Pujols, para enviarlo a España donde adquiriría la cultura y educación convenientes. Partieron en 1829 y llegaron al Puerto de Providence, Rhode Island, en Estados Unidos el 2 de julio en el bergantín George Washington. Durante ese desplazamiento, donde además visitó Inglaterra y Francia, fortaleció sus ideas liberales y perfiló la Independencia Nacional.
Al retornar, comenzó a llevar la contabilidad de los negocios familiares, y se dedicó a la enseñanza e improvisó una escuela en el almacén de su padre, en Las Atarazanas, empeñado en que los jóvenes de su época asimilaran los conocimientos que él había adquirido en Europa.
Ingresó como furrier (cabo) en el servicio de la Guardia Nacional del ejército de ocupación, llegando hasta el grado de coronel. Este entrenamiento militar le sirvió en la organización de la empresa libertadora de la patria.
Fundó tres movimientos revolucionarios: Sociedad Secreta La Trinitaria, La Filantrópica y La Dramática, con las que logró sembrar en nuestro pueblo, a fuerza de grandes sacrificios y firme voluntad, el amor por la patria y el espíritu de lucha que forjaron el nacimiento de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844.
La Junta Central Gubernativa, que constituía el gobierno provisional de la naciente república, lo designó General de Brigada el 15 de marzo de 1844. Durante los meses siguientes, realizó diversos recorridos en el interior de la nación y entregó la primera Rendición de Cuentas registrada en la República Dominicana.
Tuvo que enfrentarse a las ambiciones de aquellos protectoralistas que buscaban apoyo de potencias mundiales, y en agosto de 1844, junto a algunos compañeros, fue desterrado a perpetuidad con destino a Hamburgo, Alemania.
Luego de casi 20 años de estar ausente, retornó al país para formar parte de la lucha restauradora que iniciaron en 1863 como consecuencia de la Anexión a España propiciada por Pedro Santana. Los intereses particulares de muchos se impusieron a sus aspiraciones de bien colectivo y desarrollo nacional, por lo que, nueva vez sufrió un destierro hacia Venezuela, considerado por muchos historiadores como un “exilio diplomático” ya que fue enviado allí como embajador plenipotenciario.
Murió a los 63 años en Caracas, Venezuela, el 15 de julio de 1876 por una tisis pulmonar.