Vozz Media – William Charpentier ha compartido su perspectiva sobre la llegada de la policía keniana a Haití en un momento que él describe como histórico. Según Charpentier, la crisis actual en Haití tiene particularidades que la diferencian de situaciones anteriores. Durante los últimos dos o tres años, miles de personas han sido asesinadas y secuestradas, y las bandas criminales han creado un estado de inseguridad generalizada.
Charpentier subraya que esta crisis no solo afecta a Haití, sino a toda la región, incluida la República Dominicana. Desde MINAMI, se ha insistido en que la única solución es la intervención de organismos internacionales. La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU respalda esta posición, permitiendo intervenciones en situaciones que violan derechos humanos y ponen en peligro la seguridad regional.
La presencia de la policía keniana en Haití, aunque no resolverá los problemas estructurales de pobreza, puede contribuir a mantener el orden público. Esto es crucial para que el primer ministro y el consejo presidencial puedan llevar a cabo una transición pacífica. Charpentier observó una esperanza en los rostros de los haitianos, quienes ven una oportunidad de mejorar su futuro.
Sin embargo, Charpentier critica a la clase política haitiana por no estar a la altura de las circunstancias. A pesar de su alta preparación académica, muchos políticos han mostrado una desconexión con la realidad del pueblo. La comunidad haitiana en la República Dominicana también ha expresado su descontento por la falta de representación y apoyo de sus diplomáticos.
Para Charpentier, es esencial un proyecto a largo plazo, de 10 a 20 años, que establezca la paz y la estabilidad en Haití. Esto implica un proceso de institucionalización y el cumplimiento de la constitución del país. La intervención de la policía keniana es un primer paso importante, pero la solución final requiere un compromiso serio de la comunidad internacional y un cambio profundo en la clase política haitiana.
Reflexión de Charpentier sobre la situación
Señala que la crisis haitiana es, en gran parte, consecuencia de la irresponsabilidad del liderazgo político del país. Observa que, en lugar de responsabilizar a las bandas criminales, se debería responsabilizar a quienes históricamente han administrado el estado de Haití. La solución a la paz y la estabilidad debe buscarse en fuerzas externas debido a la incapacidad interna de resolver estos problemas.
Haití, desde su independencia, ha enfrentado un dolor visceral, con problemas que van más allá de las fronteras del país. Charpentier menciona que la clase política haitiana ha sido la principal responsable de la situación actual, al no haber desarrollado políticas efectivas para el verdadero desarrollo del país. La pobreza extrema y la falta de oportunidades han sido un caldo de cultivo para la inseguridad y la violencia.
En la entrevista central del programa Vozz Matutina que para el es crucial un diálogo serio y comprometido con la realidad de Haití. Aunque las bandas criminales han causado mucho daño, los jóvenes que las integran también son víctimas de una sociedad que los ha marginado. La misión de las fuerzas kenianas debe enfocarse en capturarlos vivos, si es posible, para que enfrenten la justicia, ya que son producto de la irresponsabilidad de la clase política y empresarial.
El fortalecimiento de las instituciones haitianas, especialmente de la policía y las fuerzas armadas, es esencial. Charpentier destaca la importancia de pagar puntualmente a los policías y militares para evitar su colusión con las bandas. También hace un llamado al gobierno dominicano para que mantenga un control estricto en la frontera, evitando así la infiltración de delincuentes en su territorio.
En conclusión, Charpentier subraya que Haití necesita un compromiso renovado y profundo de todos los sectores, tanto internos como externos, para superar esta crisis y construir un futuro estable y próspero para su gente.