El siete de marzo se vencía el plazo otorgado por la ley electoral
a los partidos políticos para depositar los candidatos a cargos
congresuales, así como a la presidencia y vicepresidencia de la
República.
La tarde de ayer estuvo matizada por los anuncios de los
candidatos a la vicepresidencia que completaban la fórmula
presidencial de las diferentes organizaciones, dando inicio al
escrutinio a que suele someter la opinión pública a los escogidos.
En nuestro caso, preferimos limitarnos a mencionar las
condiciones que consideramos deben poseer los compañeros de
boleta de los candidatos presidenciales, con miras a conquistar el
voto de los electores, sin emitir juicios de valor acerca de las
personas señaladas.
La experiencia democrática de los últimos 58 años en el país nos
enseña que un compañero de boleta debe llenar, por lo menos,
tres requisitos: en primer lugar, debe ser una persona que sume
votos externos al candidato, porque las elecciones se ganan con
votos y no con simpatías; en segundo lugar, debe ser una
persona que aporte, esta contribución no está limitada a la parte
económica solamente, sino que hablamos de prestigio, además
de ser un factor que ayude a la unidad interna de las
organizaciones, que suelen quedar con cierta sensibilidad al
término del proceso; y, en tercer lugar, debe ser una persona
que tenga representatividad.
A esta última condición se le suele asignar un valor superior,
debido a que con ella se complementa la presencia de las
regiones del país, que necesitan tener ese interlocutor ante el
Poder Ejecutivo. Es, de igual manera, la misma aspiración de los
sectores financieros y productivos nacionales que desean
sentirse representados por la persona escogida como compañero
de boleta, situación que se traduce en un mayor respaldo al
candidato presidencial.
Aparenta ser un proceso sencillo, pero en la práctica resulta ser
un proceso más complejo, del que, en muchas ocasiones, suele
depender el triunfo o la derrota de la fórmula partidaria.
Con este ejercicio aparentemente simple, cada persona puede
evaluar las diferentes propuestas y arribar a sus propias
conclusiones sobre el verdadero aporte e impacto de las
diferentes personalidades que han sido escogidas como
candidato a la vicepresidencia de la República por los partidos
del sistema.