Santo Domingo.- Pese a la defensa pública que realizó el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) sobre la rampa reductora de velocidad instalada en la avenida George Washington, continúan las quejas de conductores que aseguran que la medida fue implementada sin suficiente comunicación a la ciudadanía.
Los ciudadanos expresan su inconformidad con la estructura. Entre los reclamos más recurrentes, los conductores calificaron la rampa como "un muro" y "un abuso", asegurando que podría provocar más accidentes en lugar de prevenirlos.
Sin embargo, también hubo opiniones a favor, especialmente por parte de residentes que aseguran que la rampa ayuda a reducir la velocidad en una zona donde transitan niños.
Mientras persisten las reacciones divididas, los ciudadanos esperan que las autoridades reconsideren el diseño o la señalización de la rampa para evitar futuros accidentes.