Nueva York.- La razón por la que Luis Severino estuvo disponible para los Mets este invierno por solo 13 millones de dólares (una miseria incluso para los abridores de mitad de rotación en el nivel más alto en estos días) es debido a su historial de lesiones.
Al comenzar el año, Severino no había lanzado más de 102 entradas en una temporada en más de media década. Desde 2016, su historial de lesiones incluía una distensión en el tríceps, una distensión en el músculo dorsal ancho, una distensión en el oblicuo y, por supuesto, la más importante, la cirugía Tommy John en 2022.
Severino era, en pocas palabras, la definición andante de una bandera roja.
Pero ya es septiembre y Severino no sólo ha superado esa historia accidentada, sino que ha demolido su reputación de lanzador propenso a las lesiones.
Al lanzar siete entradas brillantes en una victoria por 4-1 sobre los Medias Rojas en el Citi Field el lunes, Severino mejoró sus números de la temporada a un récord de 10-6 con una efectividad de 3.84. Es el líder del equipo en entradas lanzadas, está empatado en el primer lugar en juegos iniciados y ocupa el segundo lugar tanto en victorias como en ponches.
Si bien Severino no ha sido el mejor lanzador de los Mets, eso se debe únicamente a que Sean Manaea ha sido muy efectivo. Siendo realistas, los Mets no estarían en medio de la carrera por los playoffs sin ambos.
La única carrera que Severino permitió el lunes llegó después de que Brandon Nimmo dejó pasar un hit rutinario para convertirse en un triple con un out en la tercera entrada. Por lo demás, estuvo brillante, con cinco ponches en siete entradas.
Los Mets respaldaron a Severino con mucho daño temprano contra el abridor de los Medias Rojas Brayan Bello, quien permitió un doble productor de Nimmo en la tercera entrada y un sencillo productor de carrera de Francisco Lindor en la cuarta.
La victoria dejó a los Mets a medio juego de los inactivos Braves por el último puesto de comodín de la Liga Nacional.
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