Redacción.- Los Dallas Mavericks necesitaban más cuerpos para la causa y, sobre todo, mejor puntería. Tacharon ambos requerimientos de la lista para poner el empate 1-1 en las semifinales de la Conferencia Oeste contra los Oklahoma City Thunder tras una sólida victoria a domicilio por 110-119.
Desde el primer minuto, los texanos salieron con mayor mordiente y resolución que el rival, y Luka Doncic desató un huracán de puntos y asistencias en el primer cuarto para guiar a sus compañeros y sentar las bases del triunfo.
Tras empezar con 10 puntos sin fallo, el astro esloveno espantó por fin sus fantasmas en el tiro en estos playoffs volviendo a sus números y porcentajes habituales. Tan solo en el primer cuarto, participó en 24 de los 36 puntos totales de los suyos. La velada posterior a quedarse sin el MVP de la NBA, tercero en las votaciones por detrás de Nikola Jokic y Shai Gilgeous-Alexander, su gran rival anoche, el mago de Liubliana compareció con ganas de recordar a todo el mundo los motivos para su nominación.
"Era cuestión de mentalidad, y ha sido uno de los partidos más duros a los que me he enfrentado en mi trayectoria", comentó el líder de Dallas, que se llevó un buen golpe en la boca, sangró y siguió limitado en movilidad por culpa de su rodilla maltrecha. "Quería tener un buen inicio, porque luego el equipo me seguirá, nos seguirá a Kai y a mi", subrayó.
Doncic finalizó con 29 puntos, 10 rebotes, 7 asistencias, 3 robos y un tapón en 41 minutos (11-21 TC; 5-8 3P) su reivindicación con Dallas, y su nivelazo contagió al resto de compañeros, especialmente a los secundarios más socorridos desde la transformación del grupo en febrero. P.J. Washington se sumó a la fiesta con 29 tantos, 11 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y un tapón, con un 7 de 11 en triples demoledor. Daniel Gafford, con 13 tantos y 7 rebotes, siguió haciéndose grande en la pintura, una de las necesidades más grandes para los Mavs no hace demasiado.
Sorprendentemente sin contar con el mejor Kyrie Irving (9 puntos y 11 asistencias), a quien Dallas necesitó más en un papel inusual de obrero, fue el banquillo quien puso el resto para apaciguar a unos jóvenes Thunder que encajan así su primera derrota en unos playoffs y rompen su imbatibilidad. Tim Hardaway Jr., con 17 tantos en 19 minutos, y Josh Green, con 11 en 16, aportaron ese plus que le faltó a los pupilos de Jason Kidd en otros días.
Para Oklahoma City, los 33 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias de Shai Gilgeous-Alexander fueron insuficientes. También los gritos de ánimo hacia su MVP no surgieron efecto contra unos Mavs resueltos, capaces de colocar varias ventajas de dobles dígitos en el marcador a lo largo del combate. Después de llegar a comandar por 11 tantos en el primer cuarto, que terminó con un 33-36 después de un triplazo sobre la bocina de Chet Holmgren (11), los visitantes respondieron con otro subidón desde la larga distancia para colocarse 14 arriba, su máxima ventaja en el encuentro.
Al descanso, Dallas dominaba por 62-68 gracias a su cosecha desde la línea de tres, y en el tercer período supo también mantener la cabeza fría ante los escasos lideratos del rival, aguantando el tipo sin Doncic en pista. La solidez de los Mavs fue inusitada, y siempre tuvieron respuesta para escapar de nuevo y flirtear con los dobles dígitos de ventaja hasta el bocinazo final.
Para los Thunder, a quienes se les cruzó la larga distancia, solo Jalen Williams estuvo a la altura de su MVP con 20 puntos. Más allá de Shai y Chet, nadie más alcanzó los 10 tantos en la cita.
"Hay que dar crédito al rival, es una lucha entre pesos pesados. Nosotros lanzamos un puñetazo la otra noche, y ellos lo han hecho hoy. Tenemos un gran oponente que ha jugado muy bien", comentó Mark Daigneault, entrenador de OKC.
"Tengo curiosidad, pero estoy confiado. Esto es parte del acuerdo, esto son los playoffs", contestó al ser preguntado por la próxima respuesta de sus pupilos después de su primera derrota en una fase final.
Mundo Deportivo