A menos de un mes de transcurrir el proceso electoral del 19 de mayo; para el dominicano lo más importante NO es quien aspira para el 2028, no; ahora lo que nos importa es lograr cambios fundamentales en temas que no nos permiten desarrollarnos.
Quien, al parecer, no sintoniza con esa realidad es el Dr. Leonel Fernández que celebra como un éxito el casi 29% obtenido en las elecciones y que parece ser su pista de despegue a la campaña presidencial del 2028.
Lo más preocupante no es su entusiasmo por los resultados del domingo 19, lo que realmente preocupa es su evidente apuesta al fracaso del gobierno como vehículo hacia el poder.
La idea de conducir las relaciones con el gobierno en modo "oposición a ultranza" nos hace dudar y cuestionarnos si Leonel pretende llegar al poder como en 2004, pero alguien debe decirle al exmandatario que el país no es el mismo y lo más importante, Luis no es Hipólito.
Lo que no entendió Fernández, con los resultados de las recientes elecciones; es que su tasa de rechazo, que marca un irreversible techo en sus aspiraciones, puede incrementarse si persiste en la necedad de querer sacrificar los intereses del país procurando un fracaso del gobierno.
La intención de Abinader de procurar un consenso que no necesita ha sido bien vista por la sociedad, y la ausencia de la oposición ante aquel llamado dará legitimación a la mayoría congresual del partido de gobierno.
Queda sentenciado que aquel que pretenda materializar un triunfo electoral sobre la base del fracaso del gobierno, terminará escuchando del pueblo en una sola voz: "O aportan o se apartan"