Shanghái, China.– Elon Musk, el magnate tecnológico y propietario de Tesla, ha atraído la atención de China debido a sus estrechos vínculos con Donald Trump y su potencial retorno a la Casa Blanca. Musk ha respaldado al expresidente con más de $100 millones, generando expectativas sobre si su influencia podría moderar la postura de Trump respecto a la política comercial con Pekín, marcada por la imposición de aranceles durante su anterior mandato.
A pesar de los beneficios que Musk ha obtenido en China, como la gigafábrica en Shanghái, que produce cerca de un millón de vehículos al año, su apoyo a Trump resulta contradictorio. Jia Qingguo, exdecano de la Universidad de Pekín, se mostró perplejo por esta alianza, dado que una nueva ola de aranceles perjudicaría directamente los intereses de Tesla en China.
Musk, que ha jugado un papel como puente entre EE. UU. y China, enfrenta el desafío de mantener su posición sin alienar a ninguno de los dos países. Analistas señalan que su relación con Trump podría complicar su situación en China, donde es visto con una mezcla de admiración y precaución.