Puerto Príncipe.- Puerto Príncipe se vio sacudida por una masiva protesta contra la violencia de bandas armadas que ha devastado la capital haitiana. La movilización, que reunió a cientos de ciudadanos, se llevó a cabo en medio de una creciente ola de inseguridad que ha transformado la vida en la ciudad en un constante estado de temor y caos.
Los manifestantes recorrieron las calles portando ramas de árboles y fueron acompañados por una banda, en una demostración de resistencia pacífica. Encendieron neumáticos en puntos neurálgicos del centro de la ciudad, incluyendo el barrio de Solino, la zona de Nazon y la avenida John Brown Lalue.
La manifestación estuvo marcada por la presencia de muchos participantes con el rostro cubierto, una medida de precaución ante posibles represalias por parte de las bandas criminales que dominan estas áreas.
Los ciudadanos exigieron una respuesta más efectiva de la Policía haitiana frente a la ola de violencia. La protesta, sin embargo, fue respondida con gases lacrimógenos por parte de las autoridades, lo que solo sirvió para intensificar la furia de los presentes.
"La Policía nos impide manifestarnos…Nos atacaron con gases lacrimógenos…Están conspirando para tomar el control de Solino y obligarnos a abandonar el barrio." Expreso, un residente de Solino expresó su indignación.
"Hemos decidido salir a la calle para decir que ya basta…Queremos vivir en paz…Solino no está en conflicto con nadie…Pedimos a ’Barbecue' que nos deje en paz," aseguro otro manifestante, en alusión a Jimmy Cherisier, líder de una de las bandas más poderosas y responsables de la violencia en la zona.
Solino el epicentro del conflicto
El barrio de Solino, tradicionalmente una zona obrera, ha sido uno de los epicentros de la violencia que ha sacudido a Haití. El pasado domingo, varios hogares en Solino fueron incendiados durante intensos tiroteos que obligaron a numerosas familias a buscar refugio en campamentos improvisados, donde las condiciones son precarias.
Solino se ha convertido en un campo de batalla clave, con las bandas armadas luchando por expandir su control y desafiar a la Policía. En los últimos 18 meses, el barrio ha sido blanco de ataques de la coalición de bandas 'Vivre Ensemble', encabezada por Cherisier. La violencia ha cobrado numerosas vidas, incluyendo la de agentes de policía, agudizando la crisis de seguridad en la capital.
En respuesta a la escalada de violencia, el gobierno haitiano renovó el estado de emergencia en Puerto Príncipe y otras regiones afectadas, extendiendo la medida por un mes más para facilitar las operaciones de seguridad.
A nivel internacional, la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh) reportó que al menos 1.379 personas fueron víctimas de violencia armada durante el segundo trimestre de 2024. La cifra total de víctimas en el primer semestre del año alcanzó casi 3.900.
Además, desde junio, una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, liderada por Kenia y respaldada por la ONU, está desplegada en Haití con el objetivo de mitigar la violencia y restaurar la estabilidad en el país.
La protesta masiva en Puerto Príncipe es un claro reflejo del descontento y la desesperación de los ciudadanos haitianos frente a una situación de violencia que parece incontrolable. Mientras las bandas armadas continúan su reinado de terror, los haitianos claman por una respuesta más efectiva y un retorno a la paz y la seguridad.