Después de perderse la temporada pasada, luego de una segunda suspensión por consumo de esteroides en su carrera, el dominicano Robinson Canó, de los Mets, tendrá que demostrar que todavía pertenece a la Grandes Ligas.
El manager Buck Showalter ya ha dicho que Jeff McNeil verá la mayor parte del tiempo de juego en la segunda base. Si ese plan se mantiene, Canó se quedaría como suplente y bateador designado, y por primera vez en su carrera como algo menos que un jugador de todos los días.
Es una realidad que Canó ya ha comenzado a aceptar. “Es difícil, pero es algo con lo que puedo lidiar”, dijo Canó. “Simplemente voy a estar listo todos los días, sea cual sea la situación en la que me necesiten, estaré listo para contribuir”.
Canó jugó en la República Dominicana durante el invierno, apareciendo en la Serie del Caribe. Vio suficientes aspectos positivos para creer que es capaz de ayudar a una alineación de los Mets que tuvo problemas para anotar carreras la temporada pasada.
En la temporada 2020 acortada por la pandemia, Canó estuvo entre los mejores jugadores ofensivos de los Mets, con una línea ofensiva de .316/.352/.544, 10 jonrones y 30 impulsadas en 49 juegos. Llegó después de una primera temporada decepcionante con los Mets, luego de su llegada de los Marineros en un acuerdo por el prospecto Jarred Kelenic.
En el clubhouse, Canó parece haber recuperado su papel el líder más respetado entre los jugadores más jóvenes de los Mets. “Me han mostrado amor de inmediato, y siempre estoy aquí y dispuesto a ayudar si alguien necesita un consejo o algo”, dijo Canó. “Soy el mismo tipo que cuando me fui. Ayudar al equipo de cualquier manera para ganar un juego”.
Durabilidad
— Veteranía
Canó iniciará la próxima campaña como el tercer jugador de mayor edad en la Gran Carpa, con 39 años. Nelson Cruz, quien cumplirá 42 en julio, es el mayor. Le sigue Yadier Molina, quien es tres meses mayor que Canó.
