El historiador y asesor político Venezolano Rómulo Otazo afirmó que para lograr un cambio verdadero en la República Dominicana, es esencial no solo mejorar las infraestructuras, sino también invertir en la educación y en la transformación de la mentalidad de la población, asegurando así un desarrollo integral y sostenible.
Destaco que aunque hubo avances significativos, especialmente en términos de infraestructura y movilidad urbana, aún queda mucho por hacer para lograr un verdadero cambio en la sociedad dominicana, que se han hecho progresos con nuevas rutas del metro y otros proyectos importantes, pero estos logros no son suficientes si no se acompañan de transformaciones profundas en la mentalidad de la gente. “El cambio amerita mucha profundidad y requiere una serie de pruebas y fracasos para poder llegar a cambiar la sociedad”.
Insistió en que la construcción de infraestructuras, aunque crucial, no basta por sí sola para transformar una sociedad. “Puedes hacer autopistas de oro y todo tipo de instalaciones, pero si la gente sigue igual, no hay cambio”, subrayó que el 80% de la población dominicana necesita una educación e instrucción que no solo les permita alcanzar un estatus laboral, sino también les prepare para ser ciudadanos activos y comprometidos con el desarrollo del país.
En la entrevista central del programa Vozz Media explicó que la verdadera esencia de la democracia reside en el poder del pueblo, pero señaló que este poder muchas veces no se manifiesta plenamente, que existe la necesidad de mirar hacia el ser humano para formular políticas públicas que realmente resuelvan los problemas de la gente. “La democracia se fortalecerá si se centra en atender las necesidades reales del pueblo”
Hizo hincapié en la necesidad de escudriñar detalladamente los diversos vértices de la democracia para asegurarse de que las decisiones políticas sean conformes con la voluntad del electorado, que para lograr un cambio real en la sociedad, es fundamental que la política y la educación trabajen en conjunto, instruyendo a la ciudadanía y fomentando una participación activa y consciente.
Además, comparó la situación con otros países de América Latina, indicando que, a menudo, la lucha interna de los candidatos y las disputas post-electorales debilitan la democracia. Otaso afirmó que el reciente proceso electoral en la República Dominicana demostró una madurez democrática que debería servir como ejemplo para la región, con los candidatos que no triunfaron reconociendo y felicitando al ganador de manera temprana.
La demostración de madurez democrática quedó patente cuando los candidatos que no obtuvieron el triunfo reconocieron y felicitaron al ganador antes de haberse escrutado el 20% de los votos, comparando esta actitud con la de otros países latinoamericanos, donde las disputas post-electorales suelen ser más intensas.
Comentó que la capacidad de un líder para actuar rápidamente y organizar la administración refleja una visión clara y una determinación por cumplir con las promesas de campaña.
Él internacionalista abogó por una democracia más auténtica y participativa, donde las decisiones reflejen verdaderamente la voluntad del pueblo, y enfatizó la importancia de una educación que no solo instruya, sino que también forme ciudadanos comprometidos y preparados para contribuir al desarrollo de la sociedad.
