Sermón de las 7 Palabras: las críticas de la Iglesia van desde el ámbito político hasta el migratorio

Durante la exposición de la primera palabra, denominada "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen", el sacerdote dijo que el pueblo dominicano ha actuado "con pasividad" ante los "atropellos" contra los extranjeros y pidió un mejor trato en la aplicación de las leyes.

  • Redacción TVN24
    Redacción TVN24
  • viernes 29 marzo, 2024 - 5:35 PM
  • 20 minutos de lectura
  • TVN24
  • Comparte: 

Santo Domingo.- En el primer mensaje del Sermón de las Siete Palabras, pronunciado cada Viernes Santo, el sacerdote Keiter Luciano criticó los "maltratos" y la "injusticia" cometidos en contra de los migrantes en República Dominicana, unos actos que, a su parecer, contradicen los valores patrios y cristianos del territorio nacional.

Al abrir la serie de mensajes, el sacerdote de la Parroquia San Juan Bautista pidió perdón a Dios por el "silencio y la complicidad" que imperan en el país ante los "maltratos" cometidos contra los migrantes.

Durante la exposición de la primera palabra, denominada "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen", el sacerdote dijo que el pueblo dominicano ha actuado "con pasividad" ante los "atropellos" contra los extranjeros y pidió un mejor trato en la aplicación de las leyes.

"Eso (maltrato) desdice mucho de nuestra identidad de pueblo cristiano, tan orgullosamente exhibida en los meses patrios o posteada en redes sociales y guardada al momento de ser aplicada en momentos concretos", sostuvo.

Dijo que la súplica de Jesús en la cruz va dirigida a todos los que se olvidan de su identidad cristiana para matar, suprimir, oprimir e instrumentalizar a los hermanos.

Otras críticas
En su sermón, el padre Keiter también atacó el sistema de justicia dominicano argumentando que los procesos legales son garantistas para quienes cometen actos de corrupción, pero es duro para quienes no tienen los suficientes recursos para costear los gastos de los procesos.

También, condenó la falta de una reforma a la Ley de Seguridad Social alegando que los congresistas han dejado de lado la nueva normativa para priorizar proyectos vacíos o que sirven "para el show mediático".

Gregorio Santana
En la lectura de la segunda palabra del Sermón de las Siete Palabras, el sacerdote Gregorio Santana, formador del seminario Santo Tomas de Aquino, fustigó que en el paraíso dominicano, muchos levantan barreras y muros para evitar que otros disfruten de las alegrías y esperanzas.

Basado en la lectura bíblica de San Lucas, en la que uno de dos malhechores que fueron crucificados junto a Jesús, le pide salvarse a sí mismo y salvarlos a ellos, el sacerdote proclamó la frase que Jesús le respondió a uno de los crucificados: "Te lo aseguro, hoy estarás conmigo en el paraíso".

Pero Santana señaló lo difícil que será para muchos dominicanos, sobre todo, aquellos ignorantes de la palabra, el poder gozar del paraíso en este territorio, y empezó por resaltar lo mezquino que se queda el pueblo ante un crecimiento económico que se han mantenido por 50 años. Criticó que las protecciones sociales son pírricas e irrisorias y la inequidad social planta bandera y dominio.

"Los indicadores económicos dicen que hemos crecido en lo material, pero espiritual y moralmente estamos descalabrados", dijo.

Prosiguió, entonces, contra el Sistema de la Seguridad Social, el que consideró una estafa burda con apoyo del Estado y de la ley.

"Sí, es 'legal' lucrarse con el dinero de las protecciones sociales. Los grupos económicos han decidido negar derechos para ganar dineros. Todos sabemos que el día al día de las aseguradoras de salud es un robo. Para ir a consulta y a la farmacia estamos en el mismo punto de hace 30 años", señalo Santana.

Fuego en las cárceles
Sobre el sistema carcelario dominicano, dijo que está en su peor momento.

"Al condenado a muerte, en su aflicción Jesús le promete el paraíso, y a los condenados y no condenados en las cárceles dominicanas se les pega fuego", comentó.

Reiteró las denuncias conocidas de que los presos pagan hasta por el derecho de ir al baño y por una "maldita goleta" para dormir por turnos.

Sentencia 168-13
El sacerdote también se refirió a la Sentencia 168-2013, cuestionando el hecho de que muchos que fueron desnacionalizado con esa decisión no se hayan podido regularizar, debido –dijo– a que el prejuicio en este país es la Ley.

"¿Cómo es posible que el Estado, llamado a salvaguardar derechos, genere una maraña diabólica de procedimientos para impedir el derecho a un nombre, a una identidad, de miles de dominicanos? Me apena que la extorsión le pueda más al Estado que la justicia y la dignidad de las personas", insistió.

Critica el sistema educativo
Santana también habló de lo "malo" que es el sistema educativo dominicano.

"Los grandes problemas de nuestras gentes están conectados con la educación deficiente que se recibe. El presupuesto de Educación está secuestrado por los negociantes y las universidades no están aportando lo suficiente para ser bujía del cambio que necesita el país", consideró.

Tras cuestionar, incluso, el papel de la iglesia, la que dijo se está secularizando por miedo a hablar, a disentir, a caer mal o ser mal vista y criticada, llamó a que las comunidades parroquiales y espacios eclesiales sean necesariamente una oferta de vida eterna. Una especie de paraíso en la tierra.

José Guerrero
El sacerdote Franciscano José Guerrero tuvo a su cargo hoy el tercer mensaje del Sermón de las Siete Palabras, en el cual dedicó este Viernes Santo a la mujer e hizo un llamado a los evangélicos para "revisar la historia, los contenidos fundamentales del cristianismo y volver el rostro al verdadero pueblo de Dios".

"Hacer un llamado a nuestros hermanos evangélicos, que han dejado a María fuera de su casa, para que junto con nosotros experimenten la ternura, la delicadeza y el amor de la madre del nuevo pueblo de Dios", sostuvo el exorcista de la Arquidiócesis de Santo Domingo.

"Hermanos evangélicos, estamos en la época de la globalización; la globalización es un signo de los tiempos que exige la unidad de todo el pueblo de Dios; la misma unidad de Dios exige la unidad de su pueblo, y el nuevo pueblo de Dios se realiza y se constituye en la Santa Madre Iglesia Católica", añadió.

El religioso cuestionó: "La historia nos da la razón. Después de la muerte del último apóstol, san Juan Evangelista, ¿por qué tengo que esperar más de 1,500 años de historia, para que venga Martín Lutero y todos los reformadores y reformadoras antes y después de él para que me digan dónde está la verdad del cristianismo y de la Iglesia de Cristo?".

"¿Por qué no escuchar mejor a Papías, san Policarpo, san Ignacio de Antioquía, san Clemente, san Justino mártir, san Ireneo, san Atanasio, Orígenes, Tertuliano, al gran san Agustín de Hipona, san Cirilo de Alejandría? Algunos de ellos fueron discípulos de los apóstoles, o bien los conocieron".

El llamado a la mujer dominicana
Durante su intervención, Fray José Guerrero instó a la mujer dominicana a asumir "su rol histórico" de provocar una revolución espiritual que cambie el curso de la historia hacia un destino de paz y solidaridad global.

"Lo que más necesita esta humanidad globalizada, preñada de tanta maldad, odio, violencia, hipocresía, egoísmo, injusticia, maltrato sistemático a la madre tierra es un salto cualitativo espiritual que nos devuelva la amistad con Dios y la fraternidad entre los seres humanos y con la madre tierra. Ese salto cualitativo pertenece a la conciencia femenina", reza el mensaje del exorcista de la Arquidiócesis de Santo Domingo.

"Despierta, mujer, conéctate con tu esencia, y, como María y con María, date prisa, ponte en camino y enciende la chispa de la revolución espiritual, que cambiará el curso de la historia hacia un destino de paz, fraternidad, verdad, amor y solidaridad global", añadió Guerrero durante su intervención en el solemne Sermón de las Siete Palabras.

Ángel Canó Sención
"Tengo sed", la quinta palabra de Jesucristo crucificado, fue exclamada este Viernes Santos por el diácono de la parroquia San José de Calasanz, Ángel Canó Sención, como un reflejo de las necesidades básicas no resueltas que padece la población.

Dijo que la sed de justicia y de paz es una de las más elementales, en momentos en que muchos en el país, también en Haití, padecen las consecuencias de las ambiciones de la clase política.

En la frase, que le provoca a identificar de qué están sedientos los humanos, encuentra sorpresas en las interioridades de algunos que se llenan de ambiciones, expresó.

Señaló el "germen" de la corrupción económica que permea en el entorno social y político. "Queda expuesta, en una presencia cada vez más aguda de grupos, que los especialistas económicos llaman élites extractivas, una minoría política y económica que, sin crear riquezas, se dedican a la articulación de métodos y técnicas para captar y extraer recursos públicos que deberían destinarse al desarrollo de políticas y programas sociales".

Esas "élites extractivas", dijo, tienen presencia en el mundo de las finanzas, de la economía, de la política, la justicia y los medios de comunicación y, con su "ávida ambición de poder", aparecen las ansias por la fama, el afán de lucro, el protagonismo y el dinero, que diluyen la dignidad de la persona que se deja cautivar por estas, reflexionó el diácono.

Para el religioso, el mundo vive momentos de mucho dolor, que sería consecuencia de ambiciones que conducen a grandes tensiones mundiales y que reconfiguran la geopolítica en función de quienes se consideran las grandes potencias mundiales o de grupos radicales que impulsan división y odio entre pueblos y comunidades.

"Vemos la situación de nuestro hermano pueblo de Haití, sometido al desgarre social y político que generan las ambiciones incentivadas. Son tiempos que demandan una respuesta solidaria y valiente, que respete la libertad y soberanía de nuestros países, que procure explicitar auténticamente y con firmeza los reales propósitos y agendas globales, regionales y como país", demandó Canó Sención.

Un pueblo sediento
En el caso dominicano, entiende que el pueblo está hoy sediento de un sistema que responda a los principios de un Estado social y democrático de derecho, que tenga como fundamento la dignidad de las personas.

"Esta sed se concretiza en la urgente necesidad de promover estructuras más justas y equitativas; de compromisos con el bien común, de promoción de los valores humanos, la defensa de la vida y la familia, en las que el accionar social y político esté sometido a valores éticos y morales que realcen un verdadero compromiso y vocación de servicio a los demás".

El católico considera que el pueblo también tiene sed de un sistema educativo eficiente que promueva el desarrollo de la persona a través del conocimiento y la formación; de un sistema de salud y seguridad social inclusivo, que responda a las necesidades de todos sin discriminación, que no descuide ni margine a envejecientes.

Necesita, además una clase empresarial comprometida con los fundamentos del bien común y de buenas prácticas empresariales y de comercio, que no imponga condiciones de mercado que vulneren el bienestar común de las personas.

El diácono advierte una legítima sed de una clase política que se sienta cautivada más por los ideales de justicia que por el poder, que asuma procesos de transformación que apunten a la consolidación de una sociedad más justa y equitativa. Sed de políticas medioambientales comprometidas con acciones concretas de protección del entorno en interés de prevenir, mitigar, corregir y compensar los impactos ambientales en los limitados ecosistemas.

"¡Tenemos sed de hombres y mujeres solidarios, que ejerzan una ciudadanía responsable, comprometidos con una convivencia pacífica y solidaria, que miren a los demás como hermanos, hijos de un mismo padre!", exclamó.

Blas Bonilla Morfe
El diácono de la Parroquia Inmaculada Concepción, Blas Bonilla Morfe, al hacer hoy énfasis en cómo Jesús tuvo consciencia de que había cumplido su misión de salvar a la humanidad en la cruz, cuestionó a funcionarios, legisladores y al presidente Luis Abinader si podían decir ante el hijo de Dios que habían logrado cumplir con la misión que les ha sido encomendada.

El encargado del sexto mensaje del Sermón de las Siete Palabras se refirió a la expresión "todo está cumplido". "¿Qué quiso decir Jesús con esta expresión? ¡Misión cumplida, salvación efectuada, rescate pagado!", explicó el religioso.

Al instar a las personas a valorar el sacrificio hecho por Jesús en la cruz, Bonilla pidió permitir "que se cumpla en nosotros su Redención". "Si todo se cumplió en Él, estamos ahora llamados a que también se cumpla en nosotros".

"Tú, padre y madre de familia, ¿pueden decir a Jesús: misión cumplida? Tú, profesional, en tu labor diaria, ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida? Tú, obispo, sacerdote y diáconos ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida?", cuestionó el diácono.

"Tú, empleado público, ministros del gobierno, militares, senadores y diputados ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida? Señor presidente de nuestro país, usted puede decir a Jesús ¿misión cumplida?", agregó.

Sostuvo que si la respuesta a estas preguntas es afirmativa "nuestro Señor Jesús que sí pudo decir a Dios Padre misión cumplida, porque cumplió la misión a la que había sido enviado, estará gozoso de que nosotros estemos cumpliendo con la misión encomendada".

Mantener esperanza pese a momentos difíciles
Al citar las desigualdades sociales, inseguridad ciudadana, alto costo de la vida, desempleo y otras problemáticas que conforman la "realidad difícil" que atraviesa el país, Bonilla insta a asumir el llamado que hace Jesús de "orar por estas situaciones actuales".

"Nos llama a no perder la esperanza, a comprometernos más y a ser conscientes de que Él estará siempre con nosotros, pues así nos lo prometió", indicó.

Ángela López
La última intervención en el Sermón de las Siete Palabras estuvo dirigida por la doctora Ángela López, una laica de la Iglesia católica que trabaja contra el abuso sexual a los menores de edad.

En un discurso que es mayormente pronunciado por sacerdotes o religiosas, la laica lanzó críticas a la política dominicana, diciendo que el sistema político en el país "es mal ejercido y mal entendido", lo que provoca que los servicios básicos no se apliquen con igualdad.

Durante su intervención pronunció la última y séptima palabra denominada "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", y aprovechó para advertir que "los mercaderes de la política están prometiendo paraísos, a partir del 16 de agosto, que no nos podrán dar".

"Muchos otros son peores porque nos quieren hacer creer que ya vivimos en ese paraíso", sostuvo López mientras pronunciaba su sermón en la Catedral Primada de América.

Desde allí, pidió oraciones por los afectados del incendio en Salcedo, las víctimas de la cárcel de La Victoria, los niños y las niñas abusados sexualmente y el maltrato contra las mujeres, unos aspectos que considero que deben ser priorizados desde el Gobierno.

Sociedad de apariencia
También, la doctora criticó cómo la sociedad dominicana ha puesto el espectáculo y el entretenimiento como prioridad, lo que ha llevado a que los ciudadanos "caigan en la decadencia la cultura humana".

"Debemos dejar de comprar la felicidad trivial que nos vende el marketing y debemos renunciar a la necesidad de vivir de apariencias y seguidores", sostuvo la laica al llamar a los feligreses a volver la profundidad de su interior para evitar la búsqueda de entretenimientos banales.

Más vistas