Especialistas destacan el impacto positivo de actividades lúdicas en la calidad de vida de quienes conviven con la enfermedad.
SANTO DOMINGO. – Con más de 10 millones de personas en todo el mundo viviendo con la enfermedad de Parkinson, según datos de la Fundación Internacional de Parkinson, la búsqueda de tratamientos que mejoren la calidad de vida de los pacientes es una prioridad creciente. En este contexto, especialistas como Martín Salas, terapeuta en el área de Terapia Ocupacional de Rehabilitación, resaltan el papel crucial de la terapia recreativa como una alternativa efectiva para aliviar los síntomas y mejorar la expectativa de vida de quienes enfrentan esta condición.
La enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo que afecta principalmente a las neuronas productoras de dopamina en el cerebro, no tiene cura, pero los tratamientos y medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas, como los temblores. Sin embargo, la rehabilitación se ha destacado como una herramienta invaluable para mejorar el funcionamiento y la calidad de vida de los pacientes.
Según Salas, las terapias de rehabilitación, incluida la fisioterapia, pueden ofrecer alivio para la enfermedad de Parkinson y otros trastornos neurológicos degenerativos. Entre estas terapias, la terapia recreativa se destaca como una modalidad particularmente beneficiosa. Consiste en el uso de juegos, música, arte y actividades lúdicas para promover la salud física, mental y social de los pacientes.
"La terapia recreativa busca prevenir y reducir la ansiedad, estimular las capacidades cognitivas, fomentar la autoestima e integración social, en fin mejora su expectativa de vida", determinó Salas. Además, destacó que esta terapia no solo es efectiva para pacientes con Parkinson, sino también para aquellos con condiciones neurológicas como Alzheimer, secuelas de eventos cerebrales o traumáticos, y lesiones de miembros superiores.
Organizados y estructurados por especialistas en Terapia Ocupacional en Rehabilitación, los grupos de terapia recreativa se adaptan a las necesidades individuales de cada paciente. Antes de aplicar la terapia, los pacientes son evaluados para determinar sus capacidades y limitaciones, y se diseñan programas de tratamiento específicos para cada uno.
"Organizamos los grupos y elaboramos programas de tratamientos de acuerdo a objetivos individuales, entrenamos y los reeducamos en las actividades de la vida diaria a través del ocio y tiempo libre", explicó Salas. Con estos enfoques centrados en el paciente y en la mejora de su calidad de vida, la terapia recreativa emerge como una alternativa prometedora en el manejo integral de la enfermedad de Parkinson y otras condiciones neurológicas.
