El fotoperiodista Roy Mor Edan, de 43 años, padre de tres hijos, salió de la casa familiar en Kfar Aza alrededor de las 6:30 am para tomar fotografías de los parapentes de Hamás. Sin que él lo supiera, los terroristas entraron en su casa y mataron a tiros a su esposa Smadar, de 40 años, delante de sus tres hijos. Hamás estaba al acecho afuera, mataron a tiros a Mor Edan y tomaron como rehén a su hija Abigail, de 4 años.
Michael y Amelia, de 6 años, regresaron a su habitación, donde yacía el cadáver de su madre, y se escondieron en el armario. Cientos de terroristas habían inundado el kibutz y la policía estaba demasiado abrumada para rescatar a los niños. El servicio de ambulancia voluntario United Hatzalah se involucró cuando su angustiada tía publicó en Facebook pidiendo que alguien salvara a su sobrina y sobrino.
La Dra. Tamar Shlezinger, trabajadora social PhD y voluntaria que trabaja con la unidad de respuesta al psicotrauma de United Hatzalah, Hosen (resiliencia en hebreo), se comunicó con los niños a las 9:30 am. “Tengo miedo, ¡por favor ven a salvarnos!” La pequeña Amelia suplicó en el desgarrador audio, proporcionado a The Post por el heroico grupo de voluntarios. “Mi papá y mi mamá están muertos porque les dispararon”, dijo el niño de 6 años en el desgarrador intercambio. Shlezinger aseguró a los niños que llegaría ayuda y que no los abandonaría. “No me di cuenta de que serían hasta dentro de 12 horas”, recordó.
A las 10 de la mañana, Michael informó que había gente llamando a la puerta principal de su casa y afirmando que eran soldados de las FDI que estaban allí para rescatarlos. “No abras la puerta. No abras la puerta”, advirtió Shlezinger. “Todo mi cuerpo sabía que se trataba de terroristas”, recordó más tarde. A las 11:15 am, Shlezinger necesitaba que Michael recuperara un cargador de teléfono de otra habitación para poder seguir hablando. Pero eso significaría que Michael tendría que pasar junto al cuerpo de su madre y correr el riesgo de ser visto por Hamás afuera.
El niño aceptó valientemente la misión. Mientras Shlezinger esperaba que Michael regresara, entró en pánico al escuchar lo que pensó que eran terroristas adentro. “Oh, no… puedo oír… se dicen palabras”, dijo Shlezinger. “Lo traje”, respondió finalmente Michael después de varios momentos con el corazón acelerado. “Michael, no hay un niño que sea más héroe que tú, eres un verdadero campeón”, le dijo Shlezinger.
A la 1:24 pm, Hamás atravesó la puerta principal y entró en la casa, pero los terroristas nunca se molestaron en revisar el armario. “Su madre todavía los cuida”, dijo Shlezinger sobre el milagro. A las 8 de la noche, Shlezinger recibió información que sería clave para rescatar a los niños: su madre era agente del Shin Bet, el FBI de Israel. Informó a la agencia que Smadar estaba muerta y que sus hijos corrían grave peligro. Finalmente, a las 9:50 pm, Shlezinger dio permiso a los niños para abrir la puerta. “Michael, este es un soldado, este es un amigo de mi madre”, le dijo. Shlezinger sabía que “tenía que dejar las emociones muy lejos y no sentir nada” para poder ayudar eficazmente a los niños. “Cuando el ejército los rescató, llegó mi momento de llorar”.
Abigail fue liberada en noviembre. El tío de los niños, Zoli Mor, de 52 años, dice que él y su esposa Liron, de 45 años, adoptaron a los tres niños, quienes se están recuperando lenta pero seguramente del trauma que sufrieron. “Estamos más que agradecidos con la Dra. Shlezinger por lo que hizo ese día”, dijo. “Las palabras no pueden describir lo agradecidos que estamos”.
