Vozz Media – Trajano Vidal Potentini, presidente del Colegio de Abogados, detalló la situación actual y los desafíos enfrentados por la organización. Al inicio, Potentini explicó que la sentencia del Tribunal Constitucional le otorga plenos poderes para asumir la dirección del colegio, revocando las decisiones del Tribunal Superior Electoral debido a su incompetencia para conocer ciertos expedientes.
"La sentencia del Tribunal Constitucional revoca y elimina del ámbito jurídico la incompetencia del Tribunal Superior Electoral, que indebidamente conoció un expediente que no le correspondía. Esta sentencia devuelve el proceso a su situación inicial, proclamando y juramentando a nuestra directiva", afirmó Potentini.
Sin embargo, la oposición ha intentado hacer inviable la gestión actual, aunque Potentini se mantiene firme en su posición como presidente legítimo. El tribunal ha decidido que cualquier continuidad del caso se conocerá en el Tribunal Superior Administrativo, un proceso que Potentini ve como poco viable debido a que la otra parte no es parte legítima en este proceso.
Potentini también destacó que el gremio legal enfrenta una politización que ha afectado su independencia. Aunque reconoce la necesidad de participación de los partidos políticos, aboga por una gobernanza que priorice los intereses del gremio por encima de cualquier injerencia política.
Vidal hizo un llamado a la unificación del gremio en beneficio de todos los abogados y para cerrar filas en torno a la misión del Colegio de Abogados. "Este gremio no es mío ni de ellos, es de todos los abogados, y como tal, debemos trabajar juntos por el bien común", concluyó.
La situación del Colegio de Abogados sigue siendo un tema de importancia nacional, especialmente en el contexto de las reformas legales y la necesidad de mantener la estabilidad y legitimidad del gremio jurídico en la República Dominicana.
La reciente intervención del presidente Luis Abinader respecto al Código Penal ha generado un amplio debate y críticas. Vidal Potentini, aboga por la importancia de actualizar una normativa que lleva décadas siendo objeto de controversia.
Un Código Penal Anticuado
Desde su aprobación en 2014, el Código Penal de la República Dominicana ha sido objeto de controversia y debate. Potentini explica que, a pesar de ser considerado una ley por algunos, las complicidades políticas y las jugadas estratégicas han mantenido al código en un estado de estancamiento. "Este código es ley, pero las complicidades en este país han permitido que el mismo no fluya", afirmó Potentini.
El Aborto: Un Tema Secuestrado
El aborto ha sido uno de los temas más polémicos dentro del Código Penal, actuando como un rehén que impide su avance. La jugada política de no refrendar las tres causales por ambas cámaras fue una estrategia para que el código no pudiera avanzar. "El tema del aborto ha sido secuestrado, impidiendo que el código fluya", destacó Potentini. Esta situación llevó a un recurso de inconstitucionalidad que resultó en la nulidad del código en 2015.
El Colegio de Abogados de la República Dominicana, bajo la dirección de Potentini, ha asumido un rol activo en la discusión del Código Penal, presentando dos propuestas clave: una para abordar una serie de temas necesarios y otra para un referéndum consultivo sobre el aborto. "Estamos opinando a nivel científico de todos y cada uno de los temas, y el código no iba a ser la excepción", señaló Potentini. La intención es fomentar una consulta social a nivel nacional para integrar las mejores ideas en el código.
El abogado destaca que el Código Penal dominicano, con más de 200 años de antigüedad, ha dejado de responder a las necesidades actuales de la sociedad. "Este es un código antiquísimo, que demanda ser remozado y mejorado".
Originalmente basado en el código francés adoptado durante la ocupación haitiana, ha permanecido prácticamente inalterado desde 1844. Aunque ha habido intentos de modernizarlo, sigue siendo un reflejo de tiempos pasados y no cumple con las exigencias de un instrumento de política criminal moderna.
El nuevo proyecto de Código Penal ha sido descrito por Potentini como un "Frankenstein" debido a las múltiples modificaciones y adiciones que ha sufrido. "Este código no es el mismo que aprobaron en 2015, es como un Frankenstein porque cada quien le va agregando elementos según sus intereses", comentó Potentini. Aspectos como la imprescriptibilidad de la corrupción, la responsabilidad penal de las iglesias y los delitos sexuales son solo algunos de los puntos controversiales que requieren un debate profundo y consensuado.
Uno de los temas fundamentales que el Colegio de Abogados, liderado por Potentini, ha destacado es la necesidad de despenalizar el delito de opinión.
En una sociedad democrática, la libertad de expresión y el derecho a la información son pilares esenciales. "El delito de opinión tiene que ser despenalizado", subrayó Potentini. La penalización de la opinión atenta contra estos derechos y debe ser revisada para garantizar una prensa libre y una ciudadanía bien informada.
Recientemente, el traslado del acto de juramentación del presidente y la vicepresidenta al Teatro Nacional ha generado controversia. Aunque no es inconstitucional, muchos consideran que se trata de una perturbación innecesaria.
"Nosotros hubiésemos preferido que el espacio fuera la Asamblea Nacional, el acto más solemne que se da cada cuatro años", expresó Potentini. La tradición ha establecido que este acto solemne se realice en la Asamblea Nacional, y cualquier cambio debería ser justificado con razones de peso.
La discusión sobre el Código Penal y las recientes decisiones del poder ejecutivo, según Potentini, reflejan una necesidad urgente de modernización y consenso en la República Dominicana. "Es esencial que estos temas se aborden con seriedad y profundidad, involucrando a todos los sectores de la sociedad para lograr un código que responda a las necesidades actuales y futuras del país", concluyó Potentini.
Espero que ahora el texto refleje claramente que es Vidal Potentini quien está hablando sobre el tema. Si necesitas más cambios o ajustes, házmelo saber.