Una fuerte turbulencia sorprendió a los pasajeros a bordo del vuelo 738 de Aerolíneas Argentinas mientras cruzaban la Cordillera de los Andes. El incidente, que ocurrió en un Boeing 737 MAX 8, generó momentos de tensión entre los viajeros, aunque afortunadamente no se reportaron heridos.
El evento se atribuyó a las particulares condiciones geográficas de la región, donde la altura de las montañas provoca vientos de rápido ascenso. Estas corrientes, al encontrarse con la masa de aire caliente, generan inestabilidad que se traduce en turbulencias aéreas.
En los últimos años, se ha observado un incremento en la frecuencia de estos fenómenos debido al sobrecalentamiento del mar y de la atmósfera. Este calentamiento global crea las condiciones propicias para la formación de fuertes ráfagas de viento, aumentando así la probabilidad de turbulencias severas durante los vuelos.
Los expertos indican que, si bien estos incidentes pueden ser alarmantes para los pasajeros, las aeronaves están diseñadas para soportar tales condiciones sin comprometer la seguridad de los ocupantes. Aerolíneas Argentinas informó que, tras el susto, el vuelo continuó sin inconvenientes y aterrizó de manera segura en su destino.