Redacción.- Lewis Hamilton protagonizará el fichaje de la década en la Fórmula 1. Luego de una época más que gloriosa en la escudería Mercedes, el piloto británico ha tomado la decisión de buscar nuevos aires en otra de las escuderías poderosas de la gran carpa.
Según ha trascendido este jueves, Hamilton se ofreció a Ferrari y la respuesta de los dirigentes ha sido positiva. El que pagará los platos rotos, en ese orden de ideas, será el español Carlos Sainz, que ahora tendrá que buscar lugar en otro monoplaza de los que quedarán libres.
Cabe aclarar que el acuerdo solo se haría efectivo desde el año 2025, a menos que las escuderías tomen una decisión diferente en los próximos días. Hamilton seguirá corriendo con Mercedes este año, pero ya tendrá su puesto asegurado en el cavallino rampante de cara al siguiente.
La noticia ha tomado por sorpresa a todos los aficionados de la Fórmula 1, que no tenían en las cuentas un posible movimiento del siete veces campeón del mundo a sus 39 años de edad.
El movimiento de Ferrari constituye un sacudón desesperado por cortar la brecha con Red Bull y apostarle a dos candidatos al título como sus pilotos: Hamilton hará equipo con el monegasco Charles Leclerc, a quien la escudería italiana le venía apostando todas sus monedas.
Todavía no está claro quién tomará el puesto libre que Hamilton deja en las flechas plateadas, pero su director, el austriaco Toto Wolff, ya estaría moviéndose para asegurar un fichaje de peso que acompañe a George Russell en el intento por volver a dominar la máxima categoría del automovilismo.
Esta será la tercera escudería que Hamilton defienda en la F1, después de su debut con McLaren Mercedes en el maño 2007. Tras casi diez años de éxito en Mercedes AMG, el británico ya había mostrado su descontento con la diferencia respecto a Red Bull y las decisiones que se estaban tomando en la dirigencia tras dos años cumplidos sin ganar un Gran Premio.
La ruptura con Hamilton
Hace unos meses, en plena recta final de la temporada 2023, Lewis ya había mostrado su descontento por el monoplaza que diseñó Mercedes y que, nuevamente, le impidió competir mano a mano con Max Verstappen. “El W14 es el coche más complicado que he pilotado”, dijo ante los medios de comunicación.
“En general tenemos un alerón más grande que otros, como los Red Bull, por ejemplo, pero su suelo parece producir más carga aerodinámica, así que tenemos mucho trabajo por delante. Soy como un disco rayado, tengo que seguir diciéndoles a los chicos ‘tienen que ir en esta dirección’. Me encantaría [hacerlo bien] este año o al menos en el coche del año que viene”, fue otra de las críticas que lanzó al respecto.
Ser el más veces campeón en la historia, junto a Michael Schumacher, emblema de Ferrari, la ira de Hamilton es no poder competir por el octavo título mundial que lo dejaría en la cúspide de la Fórmula 1.
“El año pasado denuncié los problemas que tenía el coche, pero no me escucharon. Conduje mucho en esta vida y sé lo que necesita un auto”, decía en marzo de 2023, apenas después de haberse dado cuenta que su monoplaza no tendría la fuerza para competir con Red Bull.
El resultado fue una tercera posición en el mundial de pilotos, por detrás del campeón Max Verstappen y el mexicano Sergio Pérez. A Leclerc, líder de Ferrari, apenas le alcanzó para quedar cuarto detrás de Fernando Alonso (Aston Martin).
El mejor día de Hamilton fue el GP de Australia, en el que terminó segundo, mismo lugar que ocupó en Cataluña y en México.