SANTO DOMINGO.- El lujoso yate Flying Fox que se encuentra retenido en el Puerto Don Diego en San Souci, genera gastos operativos de hasta US$45,000 dólares diarios.
De acuerdo a fuentes conocedoras del mundo marítimo y del manejo de embarcaciones de paseo, solamente en salario, combustible y la comida de la tripulación, los gastos se estipulan en aproximadamente US$35,000 dólares diarios, de acuerdo a la cantidad de personas que se encuentran en el yate.
Pero también, el flamante yate tiene un helicóptero donde se estipula que dicho mantenimiento y uso podría conllevar un gasto de al menos US$10,000 dólares diarios.
Además, se debe calcular que la presencia de una embarcación en los puertos del país debe pagar una tasa al Estado por el uso de las facilidades portuarias o servicios de estadía por un equivalente a 1.50 dólares por pie de eslora y por día o fracción de día de un buque en puerto.
Para los yates extranjeros el Estado cobra US$0.70 centavos de dólar o su equivalente en pesos dominicanos por pie de eslora, por día o fracción de día en puertos comerciales.
Retención
El barco arribó el 13 de marzo al país por el puerto turístico de La Romana y dos días después se hizo la petición al Gobierno dominicano por parte de las autoridades estadounidenses para la retención de la lujosa nave en el país.
Ninguno de los gobiernos ha informado sobre las causas de la retención de la embarcación.
Actualmente se encuentra bajo vigilancia de unidades de la Armada Dominicana y del Cuerpo Especializado de Seguridad Portuaria (CESEP).
Flying Fox
Su nombre se debe a uno de los murciélagos más grandes del mundo. El yate pertenece al ruso Dmitry Kameshchik y fue fabricado en el año 2019. Es conocida como el Disneyland para adultos y figura como el decimocuarto yate más grande del mundo y uno de los yates más costosos fabricados hasta el momento.
Tiene capacidad para 25 invitados distribuidos en 14 elegantes camarotes dobles con baño privado, equipado con una tripulación de 54 experimentados miembros para ofrecer un servicio de siete estrellas durante la estancia a bordo de los invitados, según reseña una página de alquiler de yates en Ibiza.